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CASO NÓOS

«No se habría actuado igual si detrás no hubiera estado Iñaki Urdangarín»

Tres altos cargos de la Administración balear confirman que Jaume Matas dio las órdenes

El exdirector del Instituto Balear de Turismo Juan Carlos Alía, durante su declaración

PABLO MUÑOZ

«La elección (de Nóos ) fue por Iñaki Urdangarín» (Gonzalo Bernal, gerente de la Fundación Illesport). «Creo que no se hubiera actuado igual de no estar él» (Juan Carlos Alía Pino , gerente del Instituto balear de turismo, Ibatur). «Se hizo el convenio porque estaba propuesto o auspiciado por la empresa de este señor» ( Miguel Ángel Bonet , jefe del departamento jurídico de Ibatur)... Tres formas de expresar una misma realidad: si detrás de Nóos no hubiese estado el entonces Duque de Palma, en ningún caso se habrían cometido las irregularidades ahora investigadas. Y el responsable de ordenar que se le beneficiase no fue otro que el presidente de la Comunidad, Jaume Matas.

Este podría ser el resumen del segundo día de juicio , que se convirtió en una especie de segundo tiempo del partido que se había comenzado a jugar el día anterior, con la declaración de José Luis Ballester , el primer gran arrepentido del caso Nóos. Los testimonios de los tres altos cargos ratificaron las declaraciones de «Pepote», como se le conocía coloquialmente, y han complicado aún más el horizonte penal de Matas -que será interrogado hoy por las partes-, Urdangarín y Torres .

Saludo de Doña Cristina

La de ayer fue, por tanto, una jornada de transición, aunque importante porque apuntala las tesis de la acusación. Comenzó con una pequeña novedad: Doña Cristina, que llegó junto a su marido a las nueve menos cuarto al edificio del EBAP donde se desarrolla el juicio, saludó a los periodistas congregados a la entrada. Parecía más relajada, aunque durante la sesión continuó como los días anteriores: sentada sin cruzar las piernas, sin hacer gesto alguno e intercambiando algún comentario con su compañero de banquillo Salvador Trinxet. Por su parte, Urdangarín charló en algunos momentos con su exsocio Diego Torres, que no paró de consultar en su ordenador documentos relacionados con lo que se estaba escuchando. Matas, por su parte, siguió con su costumbre de tomar notas para poder utilizarlas en su declaración de hoy, que ha creado la máxima expectación.

«Las decisiones me las comunicaba Ballester y venían aprobadas desde Presidencia»; es decir, por Matas, que hoy declarará ante el juez

Exgerente de la Fundación Illesport

El primero en declarar fue Gonzalo Bernal, gerente de Illesport, la Fundación a través de la cual se canalizó la mayor parte del dinero público adjudicado a Nóos Consultoría Estratégica primero -para lo relativo a la oficina de seguimiento del patrocinio del equipo ciclista Illes Balears-Banesto-, y al Instituto Nóos después, por los convenios de colaboración firmados con esta entidad supuestamente sin ánimo de lucro para la organización de los eventos Illes Balears Forum.

«Las decisiones me las comunicaba el señor Ballester -dijo Bernal- y venían aprobadas desde Presidencia», es decir, por Matas. A partir de ahí, comenzaba el rosario de irregularidades para cumplir las órdenes: «Se hizo un expediente de contratación para dar apariencia de legalidad; se tenía que haber hecho un concurso, pero la empresa ya estaba prestando los servicios antes de firmarse el contrato y se dejó pasar. El precio nos vino impuesto, no negociamos ningún presupuesto», añadió.

Contrato ya redactado

Por supuesto, «la contratación se iba a realizar igualmente, y la modalidad del contrato me la envió directamente la jefa de gabinete de Presidencia, Dulce Linares. En la Fundación esa forma de contratación no se hubiera realizado; el resto de las entidades con las que se formalizaban acuerdos estaban obligados a justificar los gastos».

«No hubo una comprobación efectiva de los gastos de Nóos, ni se llegó a justificar el precio real del proyecto», insistió Bernal, que no obstante se atribuyó solo «funciones de gestión, ejecutivas», en la Fundación.

Juan Carlos Alía Pino, exgerente de la empresa pública Ibatur, apenas estuvo un año en el cargo , entre julio de 2003 y el mismo mes de 2004, y solo intervino en la parte del proyecto del equipo ciclista que tenía que ver con la oficina de seguimiento, a la que su organismo tenía que aportar 120.000 euros. Admitió que desde su llegada, antes incluso de la firma del contrato, se había llegado a un acuerdo con el grupo deportivo y habían comenzado los trabajos. «Pepote» Ballester le dijo un día que «ya sabes que el presi ha dicho que también tenéis que pagar algo» de esa operación y, al ver que era una decisión adoptada, «nunca discutimos el precio, entendí que no se podía»... Se limitó, por tanto, a ordenar a su gabinete jurídico que preparase el contrato y a darle los datos de la empresa de Torres y Urdangarín.

El jefe de su gabinete jurídico, Miguel Ángel Bonet, en prisión por otra causa, admitió que no hubo ni siquiera expediente en el asunto del equipo ciclista, sino que hizo un informe legal para salvar las apariencias : «Me equivoqué, pido perdón, aunque la orden era irreversible», aseguró. Esa orden había partido de Matas...

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