La mujer más buscada de Polonia, cazada cuando tiraba la basura en Ayamonte

Los agentes polacos y la Fiscalía acusan a Joanna Segelström de haber estafado presuntamente unos 218 millones de euros a personas muy populares en Polonia y a decenas de ciudadanos anónimos. Entre los primeros, hicieron negocios con ella el actual jefe de la Oficina Suprema de Auditoría Marian Banaś, que fue ministro de Finanzas, y la actriz Grażyna Wolszczak. Parte del dinero habría acabado en Chipre y el nombre de Joanna aparecía no solo como una de las mujeres más buscada por Interpol, sino también en los 'papeles de Pandora'.

Las investigaciones policiales comenzaron a mediados del año 2019, cuando los agentes tuvieron conocimiento de la presencia en España de dos fugitivos calificados por las autoridades polacas como «los más buscados», al ser miembros de una sofisticada red de estafadores que se dedicaban a las obras de arte y prometían un retorno de la inversión de entre el 18 y el 60 por ciento. Las ventas posteriores nunca llegaban a producirse.

Los hechos por los que se les reclamaba ocurrieron en Polonia entre los años 2012 y 2017. Unos años antes, ambos fugitivos se establecieron en Suecia donde crearon su propia galería de arte. Joanna se convirtió en una empresaria de prestigio y llegó a ser proclamada una de las personas con más ingresos del país escandinavo en el año 2007. Su alto nivel de vida y su habitual presencia en eventos y fiestas facilitó el crecimiento y la expansión de sus actividades y le permitió ampliar el negocio. Llegó a abrir galerías de arte en Marbella y Miami, y en algunos países árabes, y construyó así una pirámide financiera para el blanqueo de capitales.

El encanto y las dotes empresariales de la mujer encandilaron a aquellos con los que se cruzaba y le confiaban su dinero. Algunos, todos los ahorros de su vida. El alto nivel adquisitivo les permitía moverse entre países y sortear las investigaciones. Desaparecieron en 2018. Los agentes polacos han rastreado su fuga en más de 140 países, según informó la Policía. En una de esas gestiones averiguaron que vivían en Ayamonte y trasladaron la información a sus colegas españoles. Pero en esa dirección que proporcionaron no vivía nadie. Tras varias vigilancias y seguimientos, el Grupo de Fugitivos dio con madre e hijo, que en apariencia habían tenido que renunciar a su vida de glamur para convertirse en fugitivos. Fueron detenidos en la calle tirando la basura.

Joanna Segelström, según la prensa polaca, se mudó a Suecia desde Wadowice en la década de 1990. Allí conoció a su marido y dio a luz a un hijo, Mikael. Luego abrió una galería en Trelleborg en el sur del país. El negocio de Joanna y su hijo creció de esa pequeña galería a un grupo con sucursales en Polonia, España, Estados Unidos y Oriente Medio. Las ventas alcanzaron el nivel de mil millones , pero todo se manejó durante mucho tiempo en las dos empresas individuales de la familia.

El periódico sueco 'Sydsvenskan' informó cómo una red de agentes en Polonia y Suecia ayudó a Segelströms a vender el atractivo plan de inversión. Los clientes compraron una obra de arte, pero al mismo tiempo se les prometió que Timeless (el grupo creado) recompraría la obra a un precio un diez por ciento más alto seis meses o un año después.

Según una carta que aparece en los 'Pandora Papers', «el beneficio de su galería era entonces modesto», se refiere al inicio. En 2012, Segelström ya estaba muy endeudada. Pero logró mantenerse cinco años más y aumentar su imperio. A sus vecinos de Ayamonte lo que les llamó la atención era la exquisita educación y el porte de ambos «como si fueran de alta cuna». En nuestro país no consta que trabajaran en nada «pero podía ser para no llamar la atención», explican los investigadores.