Múgica avisa del riesgo de que utilicen la ley «los manipuladores de la discordia»

Que el Gobierno «tenga cuidado»»

Agregó que se trata de «recordar para decir que hace falta la España de todos, de unos y de otros. Y me parece muy mal que se recuerde para una venganza que no tiene razón de existir. Manuel Azaña ya dijo que el desenterrar los muertos es la pasión nacional. Pues dejemos a los muertos donde estén».

En este contexto, agregó que hubo un momento de la historia de España, «un momento feliz», en que todos, «los unos y los otros», se reconciliaron tras la Guerra y la dictadura. «Nos reconciliamos en torno a la libertad para todos. Y eso es lo que debe imponerse», señaló.

Aunque no quiso pronunciarse sobre si considera o no conveniente aprobar una nueva ley en esta materia, como la de reparación y rehabilitación impulsada por el Gobierno, resaltó que el Ejecutivo puede poner proyectos legislativos sobre la mesa, pero lanzó una advertencia: «Que se hagan leyes pero, oigan, tengan cuidado; no una ley que sea utilizada por los manipuladores de la discordia para imponer de nuevo comportamientos y conductas guerreras y luchadoras entre españoles»,

Por otra parte, el portavoz del PNV en el Congreso, Josu Erkoreka, manifestó que el proyecto de ley aprobado el viernes por el Consejo de Ministros es «un buen punto de partida» para debatir en el Parlamento, pero advirtió de que si la norma no incluye la reparación a los partidos políticos por los bienes y derechos «de los que se les privó, tendrá que haber otra» que aborde esta cuestión.

Erkoreka, en declaraciones a Europa Press, no consideró necesario que se declare la nulidad de los juicios sumarísimos -posibilidad que descarta el proyecto del Gobierno- y se mostró convencido de que «algunos miembros» del Tribunal Supremo «estarían deseando volver a condenar a los ya condenados hace 40 ó 50 años».

Las demandas del PNV

Tras «saludar» el impulso de la norma, «tan ansiada y reclamada», expresó sus dudas sobre cuál será «la actitud del Gobierno en relación con la reparación también de los partidos políticos por los bienes y derechos que se les incautaron como consecuencia de la Guerra Civil y en el periodo franquista». En este sentido, recordó que, «durante el primer mandato de Aznar se aprobó una ley de restitución de bienes y derechos incautados a los partidos que fue interpretada tan restrictivamente que prácticamente no se reparó a ninguno de los que accedieron a ese procedimiento y reclamaron la restitución de bienes y derechos de los que fueron privados».