Matas volverá a sentarse en el banquillo el próximo mes de septiembre

Por lo que respecta a la pieza número 8, en ella se investigaba la contratación, sin concurso previo, del primer arquitecto del velódromo Palma Arena, Ralph Clemens Alexander Schürmann. En principio, estaba previsto que dicho arquitecto percibiera un total de 9,4 millones de euros por su labor. Sin embargo, una vez empezadas las obras de construcción del citado equipamiento Schürmann fue despedido porque el Govern estaba descontento con su trabajo. Aun así, el citado arquitecto presentó facturas por un importe global de casi 2,4 millones de euros, si bien finalmente se le abonaron 1,6 millones.

El juez instructor del caso Palma Arena, José Castro, había acordado ya el pasado mes de octubre la apertura de juicio oral contra Matas y Ballester por la mencionada pieza, como presuntos autores de los delitos de prevaricación, fraude a la Administración y falsedad documental. Previamente, el fiscal Anticorrupción Pedro Horrach había pedido en su escrito de acusación dos años de cárcel para Matas.

Cabe recordar que tanto Matas como Ballester fueron dos de las 17 personas que el pasado año se sentaron en el banquillo en el juicio del caso Nóos. En la sentencia de esta causa, hecha pública el pasado 17 de febrero, el expresidente balear fue condenado a tres años y ocho meses de cárcel por un delito de prevaricación —en concurso con falsedad y malversación— y otro de fraude. Dicha pena puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo. Por su parte, Ballester fue condenado a 15 meses y dos días de prisión, que serán sustituidos por una multa.

Al inicio de la vista oral del caso Nóos, Horrach había solicitado 11 años de cárcel para el expolítico mallorquín, si bien al final del juicio sólo pidió cinco años, al aplicarle las atenuantes de colaboración con la Justicia y reparación del daño. Poco antes de la conclusión del proceso, Matas había depositado en la Audiencia Provincial de Palma un total de 865.252 euros , obtenidos por la venta del «palacete» que poseía en el casco antiguo de la capital balear.

Con anterioridad al caso Nóos, el expresidente balear había sido condenado ya en otras dos piezas del caso Palma Arena. En un caso, debió cumplir una condena de nueve meses y un día de cárcel por tráfico de influencias, en concreto por favorecer a un amigo periodista con una subvención. En el otro caso, debió abonar 9.000 euros de multa por cohecho, al considerar el jurado que había presionado a un hotelero para que contratase a su esposa, Maite Areal.