El magistrado afirma que no recibió del Santander «ni un dólar, ni un centavo»
«Ni un solo dólar, ni un centavo». Baltasar Garzón negó ayer ante el magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena que fuera el Banco de Santander quien pagó su estancia de 16 meses en Nueva York. Según fuentes jurídicas, el juez de la Audiencia Nacional ... explicó que su remuneración corrió de forma íntegra a cargo de la Universidad neoyorquina y que la cantidad concreta se pactó meses antes de que esta institución solicitara y obtuviera el patrocinio del Banco de Santander para la celebración de dos ciclos de conferencias que dirigiría el magistrado. Garzón contestó al minucioso interrogatorio del instructor y al fiscal.
Garzón, a quien se atribuye la presunta comisión de delitos de prevaricación, cohecho y estafa, pasó ayer por segunda vez en siete meses el amargo trago de tener que prestar declaración como imputado. Situación a la que se añade la circustancia de que la próxima semana el Consejo General del Poder Judicial podría suspenderle cautelarmente de sus funciones.
En su declaración, Garzón relató que se instaló en Nueva York en marzo de 2005. Las condiciones las pactó de antemano con la Universidad, pero hasta su llegada a Nueva York no supo la cuantía exacta de su remuneración, sino sólo que estaría «dentro de los parámetros usuales para cualquier visitante distinguido». «No hubo «tira y afloja»», aclaró. El Centro de Derecho y Seguridad abonó sus honorarios (unos 5.700$ mensuales de los que «serían deducidos los gastos de vivienda») y el Centro Rey Juan Carlos «los desplazamientos y la escolarización de su hija».
La gestión del patrocinio del Santander vendría meses después y de la misma se encargó la Universidad siguiendo un «procedimiento reglamentado» que Garzón dijo desconocer. Él se limitó a «idear» los «contenidos académicos», sin cobrar nada por ello. Por tanto, aclaró, no percibió «ni un solo dólar, ni un centavo» de la citada entidad. «En ningún caso, ni directa ni indirectamente, ni en primera ni en segunda persona» pagó el Santander sus honorarios o los gastos de escolarización de su hija.
A preguntas de Marchena dijo desconocer quién se encarga de la web de la Universidad neoyorquina, en la que se señaló a Garzón como responsable de buscar los fondos para las conferencias. Sí puntualizó que esa misma página contenía otros «datos incorrectos», como por ejemplo que él instruyó el 11-M.
Respecto a las cartas que dirigió al presidente del banco, Emilio Botín, explicó que fueron de agradecimiento. Alegó también que las expresiones «querido Emilio» y «un abrazo» que usó son «una forma habitual que tiene de expresarse y que ha sido malinterpretada»; la misma que ha empleado en otras comunicaciones (de las que aportó copia) con personalidades como Rodrigo Rato, José Luis Rodríguez Zapatero, Miguel Ángel Moratinos, Esperanza Aguirre o Mariano Rajoy.
La querella contra Botín
Garzón fue preguntado también por el archivo de una querella contra Botín meses después de su regreso a España. Explicó que no se planteó la posibilidad de abstenerse porque no había «causa legal» para ello y que para su archivo, después confirmado por la Sala Penal, se basó en el informe del fiscal.
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