El jefe de ETA preparaba a su «comando» especial para cometer un secuestro
Ibon Gogeascoechea, el asesino de Carrasco y Uría y un veterano de la banda, detenidos al norte de Francia
La cita de alta seguridad que mantenían este fin de semana en una casa rural de Cahan (Francia) Ibon Gogeascoechea, máximo jefe de ETA, y dos de sus pistoleros de confianza, Beinat Aguinagalde -intervino en el asesinato del socialista Isaías Carrasco y del empresario Ignacio Uría- y un tercero que aún no ha sido plenamente identificado -pudiera tratarse de José Lorenzo Ayestarán Legorburu-, tenía por objetivo perfilar los últimos detalles para la comisión de un secuestro. Sobre la posible víctima, de momento, no hay ningún dato concreto, aunque las sospechas de los investigadores apuntan a un empresario vasco o un político, e incluso no descartan la posibilidad de un juez. En definitiva, un objetivo con el que ETA querría presionar al Gobierno para la apertura de otro «proceso de negociación» -única tabla de salvación que tiene ETA- con el que además de buscarse una «salida política», pretendería escenificar el «músculo operativo» que las Fuerzas de Seguridad de España, Portugal y Francia no le dejan desarrollar.
Plan perverso
Una vez más, han sido la Guardia Civil y la Dirección Central de Información Interior francesa las que han golpeado las entrañas de la banda y frustrado el plan perverso que sus criminales tenían entre manos. Para llevarlo a cabo, Gogeascoechea había elegido a Beinat Aguinagalde, etarra de última generación, y a un veterano, que podría ser Ayestarán Legorburu, aunque en principio se creyó que este «histórico de la banda era Gregorio Jiménez Morales, alias «Pistolas».
Este combinado de presente y pasado, iba a constituir un «comando especial» que en breve pensaba cruzar la frontera para cometer un secuestro, se sospecha que en el País Vasco. La posibilidad de que ETA planeaba una acción terrorista de este tipo fue dada a conocer a principio de año por el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y por ello recibió encendidas críticas. Tras esta voz de alerta, que coincidió con la presidencia de España de la UE, el departamento vasco de Interior pidió a empresarios políticos y jueces que no bajaran la guardia. Recientemente recomendó a estos colectivos que reforzaran las medidas de seguridad.
Fue la Guardia Civil la que obtuvo la información sobre la posibilidad de un secuestro y aquellas pistas se van visto ahora reforzadas con la operación desarrollada en la madrugada de ayer en Cahan. Entre los elementos que avalan esta sospecha está el que los terroristas detenidos tuvieran unos grilletes. Los investigadores destacan que no es habitual que los «comandos armados» tengan este tipo de utensilios por lo que, junto a otros sólidos indicios, las fuentes antiterroristas creen que iban a ser utilizados para «inmovilizar» a una persona.
Ordenadores
Además de las esposas, los etarras tenían en su poder dos pistolas y un revólver, una cantidad pequeña de explosivo, dinero en efectivo, varios ordenadores, documentación falsa y material para construir «zulos».
Fue a las seis de la mañana del domingo, cuando fuerzas especiales de la Policía francesa irrumpieron en la guarida de los etarras, una vivienda rural situada en la pequeña localidad de Cahan, en la baja Normandía. Los criminales, que aún dormían, no pudieron reaccionar y en segundos fueron reducidos.
La casa la habían alquilado con documentación falsa, pero no fue el único dato que alertó de la posible presencia de etarras en ese departamento, el 61, situado a unos ochocientos kilómetros de la frontera con España. Los etarras que alquilaron la casa rural no supieron disimular el pronunciado acento español de su francés, hecho que llamó poderosamente la atención a la persona que les alquiló la casa rural. A ello se unió el que la documentación que presentaron reunía las características de una falsificación «made in ETA». Y el tercer elemento que afianzó las sospechas fue un coche. Los investigadores comprobaron que los criminales se desplazaban en un Peugeot 407 SW, cuyas placas de matrícula también eran falsas.
Como se ve esta operación, como las mayoría de las registradas contra ETA, es fruto de una intensa investigación. Desde hace tiempo tanto la Guardia Civil como la Policía franceses pusieron el foco de sus investigaciones en la casas rurales y, en especial, las que estaban alquiladas por poco tiempo. Se tenían datos que apuntaban que este tipo de viviendas estaba siendo utilizadas por etarras ya no sólo como escondite para tres o cuatro meses, sino también para mantener las citas de fin de semana.
Además de desbaratar el plan inmediato de este «comando» especial que iban a integrar Aguinagalde y un veterano, la caída de Gogeascochea, por su condición de máximo jefe del «aparato militar», también podría tener consecuencias en la campaña de atentados prevista por la banda. ETA, como dijo ayer el ministro del Interior, tiene las «peores intenciones», y así lo demuestra especialmente su plan de montar una base logística en Portugal.
Registros
La Policía gala registró durante la tarde ayer la casa rural y también se volcó en la identificación del «veterano» detenido. En un primer momento se creyó que era Gregorio Jiménez, pero a primera hora de la tarde se comprobó que las huellas del arrestado no correspondían con las de «Pistolas».
El ministro del Interior, satisfecho con la operación y prudente porque «ETA puede atentar en cualquier momento», subrayó que los dos últimos meses han sido los peores para la banda en toda su historia». Recordó que se han registrado 32 detenciones -una cada dos días- y se han incautado casi 2.000 kilos de explosivos.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete