González Pons asume el reto de «resetear» al PP pero no se ve como secretario general

Cuando sonó el móvil, el valenciano, amigo íntimo de Alberto Núñez Feijóo, se encontraba en Bielorrusia, desde donde trataba de llegar a Kiev en una misión del Parlamento Europeo. No le resultó posible, ni a través de una ruta regular ni por chárter. Horas después estalló la guerra de Rusia contra Ucrania.

Esteban González Pons llevaba días observando desde la distancia la crisis del PP. Ahora, a salvo del conflicto bélico desatado por Vladímir Putin y camino a Varsovia, afronta el encargo de pilotar la cita que marcará la nueva hoja de ruta de su formación. Al respecto, el eurodiputado transmite un mensaje claro a la militancia: «Es el momento de resolver la crisis y salir adelante con unidad» .

Fuentes del entorno más próximo de Esteban González Pons explican a ABC que por su cabeza no pasa aspirar a la Secretaría General del PP. Tiene el acta de eurodiputado asegurada hasta 2024 y en sus planes no entra un retorno a la política nacional más allá del papel preponderante que asumirá como presidente del Comité Organizador del Congreso del PP que encumbrará a Feijóo como nuevo líder de la formación.

La amistad entre ambos se remonta a la etapa en la que el gallego fue secretario de Estado y el valenciano portavoz del grupo popular en el Senado. En paralelo, González Pons, miembro de la generación perdida con la que no contó Casado para su proyecto, goza del respeto del todavía presidente del PP. Esa generación se relaciona, sobre todo, con la etapa pasada de Rajoy y quedó en un segundo plano desde que Casado ganó las primarias a Sáenz de Santamaría.

El eurodiputado fue claro cuando esta misma semana proclamó que había «llegado el momento de reiniciar al proyecto del PP». González Pons entiende que «España necesita un PP como lo ha sido siempre, serio, profesional, responsable y maduro». El valenciano, con una trayectoria política a sus espaldas de cerca de 30 años desde que fue elegido senador en 1993, asume el reto de dirigir el cónclave de los populares sin aspiraciones en el ámbito orgánico. De hecho, ya fue vicesecretario del PP durante seis años (primero al frente del área de Comunicación y más tarde de Estudios y Programas) hasta que en 2014 recaló en el Parlamento Europeo.

A sus 58 años, con una vida a caballo entre la capital comunitaria y Valencia, sus aspiraciones políticas están más que colmadas desde el punto de vista orgánico. Pese a ello, este miembro de la vieja guardia popular olvidada hasta ahora por Casado, que ha asumido responsabilidades a lo largo de su carrera política con Aznar y Rajoy al frente de la formación y cuya «familia» política ha sido siempre la del PP valenciano (desde los tiempos de Eduardo Zaplana hasta los actuales de Carlos Mazón), proclama que «el proyecto debe ser reseteado y todos formamos parte de la solución».