El Gobierno reprocha al Congreso que quisiera controlarle sin investir un presidente

En el escrito, al que ha tenido acceso ABC, se explica que en nuestro sistema la confianza entre el Ejecutivo y el Parlamento se otorga mediante la investidura por parte del Congreso de los Diputados a un candidato a la presidencia del Gobierno. Como consecuencia de esa confianza, el Gobierno responde solidariamente ante el Congreso de los Diputados mediante los mecanismos de control establecidos en el propio texto constitucional.

Después de las elecciones del 20 de diciembre , todos los miembros del Gobierno fueron cesados, pero permanecieron en sus puestos, con funciones limitadas, hasta la formación de un nuevo Ejecutivo. Sus funciones se limitan «al despacho ordinario de los asuntos públicos y que, al mismo tiempo, impide al Ejecutivo en funciones adoptar decisiones de orientación política».

El Gobierno recuerda que, pese a no existir relación de confianza entre el Ejecutivo en funciones y el Congreso, se ha producido comparecencias extraordinarias en el Parlamento , por la urgencia de las materias tratadas. En concreto, han comparecido el presidente del Gobierno, el ministro de Asuntos Exteriores, el ministro de Hacienda, el ministro de Economía y el secretario de Estado para la Unión Europea.

A partir de ahí, el Gobierno advierte de que «el Congreso de los Diputados, una vez constituido tras las elecciones generales, ha tenido siempre, como muestra nuestra experiencia democrática y los precedentes parlamentarios, la investidura de un candidato a la Presidencia del Gobierno como prioridad esencial . Sin embargo, en la XI Legislatura, el Congreso de los Diputados ha iniciado la actividad de control al Gobierno en funciones, antes de otorgar la confianza a un nuevo Gobierno».

Así, «el Congreso de los Diputados ha planteado el establecimiento de un control ordinario en una situación extraordinaria », a pesar de que «el Ejecutivo en funciones no solo carece de la confianza de la Cámara sino también de capacidad de orientación política en sus actuaciones y para adoptar medidas».

Por todo ello, el Gobierno rechaza el requerimiento del Congreso de los Diputados por estimar que está actuando en el ejercicio constitucional de sus atribuciones y se ratifica en su criterio de que la Cámara no puede someter al Gobierno en funciones a iniciativas de control en la medida en que no existe una relación de confianza entre éste y el Congreso de los Diputados.