Carlos Floriano: «CiU ya no puede jugar más, no puede estar "a la puta y a la Ramoneta"»
El vicesecretario de Organización del PP critica que la Generalitat trate de «tapar su incapacidad para resolver los problemas» bajo un discurso soberanista
Carlos Floriano: «CiU ya no puede jugar más, no puede estar "a la puta y a la Ramoneta"»
«CiU ya sabemos lo que es, ya no pueden jugar más , ya sabemos donde están, ya no pueden estar a la "puta y a la Ramoneta"», ha declarado el vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, en una rueda de prensa en ... la sede nacional del partido, para asegurar que su formación es la única que defiende «con nitidez y sin ambigüedad» la Constitución y el modelo autonómico.
Floriano, ha asegurado que la Generalitat está tratando de «tapar su incapacidad para resolver los problemas» que existen en este momento en Cataluña bajo un discurso soberanista y ha advertido que las declaraciones que están realizando estos últimos días han venido a «clarificar» la posición de los nacionalistas catalanes, quienes, a su juicio, no pueden seguir «jugando más».
«El presidente de la Generalitat ha pasado una linea roja»
Según ha señalado, CiU «siempre ha hecho un discurso que le permitía mantener una cosa y la contraria ». «Pero ahora no hay dudas. Se ha pasado una línea roja por parte del presidente de la Generalitat y, por tanto, el PP es el único partido que puede aglutinar a esos catalanes que se sienten catalanes y españoles, y que no quieren la independencia», ha resaltado.
Además, el número tres de los populares ha subrayado que ahora «quien más agita la bandera del independestismo» es ERC, un partido que formaba parte del Gobierno tripartito que firmó con el Gobierno central el actual modelo de financiación por el que se financia ahora Cataluña. En este sentido, ha señalado que son los «malos» gobiernos tanto en España como en Cataluña los que han llevado a la actual situación económica por la que atraviesan los catalanes y el resto de españoles, algo que, a su entender, «saben» los ciudadanos que viven en esa comunidad.
En su comparecencia ante la prensa, Floriano ha criticado duramente al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba , por no ser capaz de «apoyar o ni siquiera ver con buenos ojos ninguna de las reformas» que plantea el Ejecutivo de Mariano Rajoy, cuando, según ha dicho, muchos de los problemas que tiene en este momento el país «tienen su origen» en lo que hizo el PSOE en los últimos ocho años al frente del Ejecutivo. Además, ha indicado que la actitud de Rubalcaba apoyando las movilizaciones evidencian que al líder del PSOE «le gustan las urnas lo justo».
«Sólo le gustan cuando la opción mayoritaria es la que él representa. Cuanto no es la que él representa, se pone a contar manifestantes para dar o quitar mayorías sociales. Las mayorías y minorías en democracia se ponen de manifiesto en las urnas, no en la calle», ha enfatizado.
Dicho esto, ha aconsejado al secretario general del PSOE que, «en vez de decirle al Gobierno lo que tiene que hacer», aclare «con toda nitidez» si su partido en Cataluña está en contra o a favor de la independencia porque «la mitad» del PSC fue a la marcha independentista convocada con motivo de la Diada. En su opinión, debe dejar clara cuál es la posición, poner fin a su «doble discurso» y no jugar «a la confusión y la ambigüedad».
Trato «preferente» a Cataluña
Por su parte, el primer secretario del PSC, Pere Navarro, ha reclamado al Gobierno Central un «trato bilateral preferente» para Cataluña. Navarro ha defendido que es el mejor camino que puede emprender esta comunidad frente al auge del independentismo que se ha visualizado tras la manifestación de la Diada. En un almuerzo-conferencia organizado por la Cámara de Comercio de Barcelona, Navarro ha explicado que este trato supondría revisar el actual estado de las autonomías para mejorar la financiación y el autogobierno catalán y rehusar así el actual «ambiente de ruptura».
Navarro ha defendido que esta «relación específica y bilateral» de Cataluña con el Estado tendría que inspirarse en el pacto de preconstitucional de 1977 que supuso, a su juicio, que España renunciaba a imponer un Estado centralista, y Cataluña a la vía independentista.
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