Fernández Díaz considera una «auténtica felonía y una traición» la resolución independentista

En la Escuela Nacional de Policía de Ávila, tras haber advertido en el discurso del acto de entrega de la bandera nacional a la Policía por parte de la Reina Letizia de que «no hay votos que legitimen no cumplir la ley» , el titular de Interior ha hecho unas manifestaciones a la prensa sobre el alcance de la declaración.

Fernández Díaz ha recordado que hubo «ilustres» catalanes como Miquel Roca y Jordi Solé Tura que fueron ponentes de la Carta Magna y participaron en la consecución del pacto constitucional, y por ello considera que lo que ahora ha hecho el Parlamento catalán es una «profunda deslealtad y una clara traición» a ese pacto.

Ha lamentado que las formaciones soberanistas hayan pasado del «España nos roba y el expolio fiscal» a que «el Estado es nuestro enemigo», especialmente porque Convergència, junto con Unió, ha desempeñado un «papel determinante» durante los últimos 30 años para garantizar la gobernabilidad de España .

Jorge Fernández Díaz no ha dudado de tachar de «despropósito» el documento del Parlament y que el Gobierno va a recurrir ante el Tribunal Constitucional, quien seguramente determinará su suspensión, de manera que -ha asegurado- no surtirá ninguno de los efectos que pretendía esa «malhadada» resolución .

El ministro ha defendido la reacción del Gobierno a este «desafío» , tal y como ayer dijo el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, «desde la ley, nada fuera de la ley, todo dentro de la ley y con toda la fuerza del estado de Derecho», ha apostillado.

Por otro lado, y a preguntas de los periodistas, Fernández Díaz ha reconocido comprender a aquellos que piensan que Convergència ha llegado «tan lejos» en su apuesta independentista por los problemas que tienen con la Justicia sus antiguos dirigentes, entre ellos el expresident de la Generalitat Jordi Pujol.

«Eso se está comentando mucho y desde luego yo no voy a decir lo contrario», y ha argumentado que «esa desconexión» por la que ha apostado el Parlamento catalán «también es una desconexión con un poder del Estado como es la Justicia».