Feijóo ofrece más vías de comunicación a Sánchez pese al «fontanero Bolaños»
El PP culpa al ministro de Presidencia del muro levantado en La Moncloa frente al primer partido de la oposición
Los populares, dispuestos a hablar sobre política exterior, las medidas anticrisis y la renovación del CGPJ
En Génova ven al ministro Félix Bolaños como un «fontanero (de La Moncloa) con coche oficial». Creen que no está a la altura del papel que le ha endosado Pedro Sánchez , al frente del Ministerio de la Presidencia, el departamento más ... político del Gobierno y en el que se requieren más dotes para las relaciones, el diálogo y los acuerdos con los partidos. Fuentes populares próximas a Feijóo le culpan directamente, junto al propio Sánchez, del muro, en apariencia infranqueable, que se ha levantado entre el Gobierno y el principal partido de la oposición , y que dificulta al máximo no ya la posibilidad de llegar a acuerdos, sino la simple comunicación entre un lado y otro.
En el equipo de Feijóo ponen un ejemplo del papel de Bolaños como 'bloqueador' oficial en las escuálidas relaciones entre el Gobierno y el principal partido de la oposición. El jueves pasado, Feijóo planteó una reforma constitucional, rápida, efectiva y puntual, de un a rtículo de la Constitución, el 49 , para sustituir el término 'disminuidos' por el de 'discapacitados», y acabar así con la ofensa que sienten muchas personas en la Carta Magna. El planteamiento del líder del PP fue inocuo, una mano tendida a Sánchez para ir juntos en el siempre delicado trabajo de tocar cualquier punto de la ley de leyes. La sorpresa en Génova llegó esa misma tarde, Bolaños aprovechó un asunto que debería ser de consenso para cargar de nuevo contra el PP, mostrar su escepticismo por la oposición que mostró en su día Pablo Casado y volver a atacar a Feijóo por saltarse «el cumplimiento íntegro de la Constitución» al no renovar el Consejo General del Poder Judicial .
En la nueva dirección del PP están comprobando cómo al Gobierno solo le interesa un único tema en su relación con el principal partido de la oposición, y solo porque necesita sus votos: la renovación del órgano de gobierno de los jueces, que requiere de tres quintos del Congreso y por tanto de un acuerdo entre los dos grandes partidos, Feijóo vio cómo esa era la prioridad de Sánchez en la reunión que mantuvieron en La Moncloa, el 7 de abril. De hecho, el único acuerdo concreto e inmediato fue retomar las conversaciones en ese punto. El siguiente contacto entre Sánchez y Feijóo se produjo unos días después, a través de whatsapp. El líder del PP informó al presidente de que Esteban González Pons sería el interlocutor en esa materia, y de paso, aunque no se lo había pedido, le comunicó que Juan Bravo se ocuparía de los asuntos económicos. Sánchez le respondió que los interlocutores del Gobierno serían Bolaños y la ministra Maria Jesús Montero .
Desde entonces, y sin contar el cara a cara que mantuvieron en el Pleno del Senado en martes pasado, Sánchez y Feijóo no han vuelto a tener un solo contacto. No existe comunicación entre el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición, ni siquiera en asuntos de Estado como la crisis con Argelia, la guerra de Ucrania, la preparación de la cumbre de la OTAN en Madrid o la subida galopante de precios y la crisis económica que sufren las familias.
En el caso concreto de la crisis con Argelia , desatada tras la intervención de Sánchez en el Pleno del Congreso el miércoles pasado, la única llamada que ha recibido el PP fue el viernes por la noche, dentro de la ronda de contactos que mantuvo el ministro Albares con todos los grupos parlamentarios para dejarles claro que el Gobierno tenía el respaldo de la UE. «Nos tratan igual que a ERC, no existe ningún trato diferenciado por ser el principal partido de la oposición», critican en Génova. Más allá de esa llamada puntual al portavoz parlamentario de Exteriores, el PP no ha tenido más contacto con el Ejecutivo sobre esta crisis de Estado. «El Gobierno no llama nunca al PP para informar ni para ofrecer posiciones comunes en asuntos como este», aseguran fuentes del equipo de Feijóo.
Vía parlamentaria
La única línea abierta que el Gobierno o el PSOE tiene interés en mantener de forma más fluida con los populares es la parlamentaria, «y solo cuando necesitan los votos porque no les llega con ERC», aseguran desde Génova. Es en esos casos cuando se produce una llamada de algún dirigente socialista a la portavoz del Grupo Popular, Cuca Gamarra , como ocurrió cuando Adriana Lastra se puso en contacto con ella para pedirle su apoyo en su iniciativa contra el proxenetismo , un asunto que ha dividido a toda la izquierda.
Desde que llegó a la séptima planta de Génova, Feijóo ha fijado como máxima prioridad la economía , y lo primero que hizo fue ofrecer a Sánchez un documento con propuestas anticrisis para ayudar a las familias ante la subida de precios. Pero el presidente del Gobierno ni siquiera contestó con un 'ok' cuando recibió el plan del PP. Su respuesta fue el desprecio, según subrayan los populares, que van tomando nota de todos los desplantes de Sánchez, y también de los insultos que han recibido en los últimos meses. En Génova van haciendo una lista (y un vídeo) con las descalificaciones que están recibiendo, y que van desde los 'mangantes' que les soltó Sánchez en el Pleno, hasta el 'tontopollas' que el presidente del PSOE andaluz dedicó a Feijóo.
Fuentes de Génova insisten en que Sánchez y Bolaños «no van a conseguir que el PP se rinda en su intento de tender la mano en asuntos de Estado». «Aunque nos lo pongan muy difícil, Feijóo seguirá dispuesto a hablar sobre pactos de interés general», avisan. Aunque para el PP no sea un asunto prioritario, la voluntad de Feijóo es llegar a un acuerdo sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial, el asunto preferido de Sánchez. Después de las elecciones andaluzas se retomarán los contactos y se tratará de avanzar sin vetos previos ni líneas rojas.
Pero Feijóo quiere normalizar una vía de comunicación con el Gobierno, para ser informado en crisis como la de Argelia y no romper nunca más los consensos en política exterior . Además, ve imprescindible sentarse a hablar de las medidas anticrisis , ahora que debe renovarse el decreto con las que planteó el Ejecutivo para hacer frente a la guerra de Ucrania .
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