El éxito andaluz no serviría a Vox en las elecciones generales

Vox quedó como quinta fuerza en todas las provincias andaluzas excepto en una, Almería, donde quedó tercera. Esto supone que, aplicando la ley d’Hondt (el sistema de asignación de escaños) con esos mismos resultados, en varias provincias quedaría sin representante en el Congreso. Ocurriría en las circunscripciones donde se reparten menos escaños, aquellas en las que el PP ha pedido que no se presente para aglutinar el voto de la derecha . Ni en Huelva ni Jaén , donde se reparten cinco escaños, el partido de Santiago Abascal obtendría diputado alguno. Sus votos también serían inútiles en Córdoba , donde tampoco conseguiría ningún escaño de los seis que se reparten.

En las provincias con mayor número de asientos a repartir tampoco mejoraría la situación. También tendría proporcionalmente menos representación en Sevilla , donde solo lograría uno del total de 12 repartidos en la provincia frente a los dos sobre un total de 18 que consiguió en las andaluzas del pasado año. Lo mismo ocurriría en Málaga (uno de 11 frente a los dos de 17) y Cádiz (uno de nueve frente a los dos de 15).

En Almería , donde Vox fue el tercer partido más votado, sí conseguiría mantener la proporción del número de escaños: logró dos de 12 en las andaluzas y obtendría uno de seis en las generales. Tendría más suerte en Granada , donde, con los resultados de las elecciones andaluzas de 2018, lograría un escaño de los siete que se reparten, el mismo número de diputados que logró en las andaluzas a pesar de que entonces eran 13 los asientos a repartir. No obstante, este diputado granadino en la generales lo lograría por poco margen, puesto que sería el último por asignar, el séptimo.

En total, por tanto, en toda Andalucía lograría cinco escaños al Congreso de los 61 que se reparten, el 8%, con los resultados de las pasadas elecciones andaluzas. Mientras que con esos resultados en el Parlamento regional cuenta con 12 de 109, el 11%, el mismo porcentaje que el total de votos obtenidos; una muestra de la mayor proporcionalidad del reparto de asientos en las circunscripciones con mayor número de escaños.

La fragmentación del voto de la derecha en las elecciones generales, por tanto, no tendrá el mismo resultado positivo que en los comicios de Andalucía, donde logró la mayoría en el Parlamento regional. Si en Andalucía PP , Ciudadanos y Vox suman 59 de los 109 escaños de la cámara autonómica, en las generales, con esos mismos resultados, solo conseguirían uno más que el bloque de la izquierda, 31 de 61, frente a los 30 de la suma de PSOE y Adelante Andalucía ( Podemos ).

Los resultados del 28-A no serán los mismos que en las pasadas andaluzas, más aún teniendo en cuenta la baja participación en los últimos comicios autonómicos, pero esta simulación del reparto de escaños muestra cómo los partidos con menos papeletas cuentan con mayores dificultades cuando el número de asientos a repartir es menor, como ocurre en las generales.