Isabel Pantoja empieza a declarar en el juicio por blanqueo

Hay una gran expectación mediática alrededor de la comparecencia de Pantoja, que encara su interrogatorio en la novena sesión de la vista oral que se celebra en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga . Es la última en testificar de los diez imputados que hay en este procedimiento desgajado del caso Malaya, la trama contra la corrupción municipal en Marbella que está pendiente de sentencia.

Pantoja, detenida por estos hechos en mayo de 2007, está acusada por Anticorrupción de un delito continuado de blanqueo de capitales . El Ministerio Público considera que el dinero y los bienes de procedencia ilícita ‘lavados’ ascenderían a 1,8 millones de euros y hay dos operaciones de la artista en entredicho. Una es la compra del chalé «Mi Gitana», en la urbanización La Pera de Marbella, y la segunda es la adquisición de un apartamento en el hotel Guadalpín por una sociedad de la cantante que presuntamente carecía de capacidad financiera para hacer frente a los 353.000 euros que costó el inmueble. La acusación mantiene que los dos negocios se materializaron con dinero ilícito de Julián Muñoz , que en esta causa se enfrenta a una petición de siete años y medio de prisión por blanqueo y cohecho.

Además, en las cuentas bancarias de la cantante y de sus empresas se detectaron ingresos en efectivo de origen desconocido por un importe de 1,1 millones de euros durante el tiempo que duró su relación con el exalcalde. Supuestas inyecciones de fondos a empresas de Pantoja para el arrendamiento de explotaciones ganaderas y la adquisición de ganado son la última pata de la acusación.

La declaración de Julián Muñoz en relación a todos estos asuntos fue completamente exculpatoria para Pantoja. El exalcalde negó ante el tribunal que diera dinero a Pantoja para el apartamento del Guadalpín y para el chalé de La Pera. Lo mismo dijo sobre los ingresos en efectivos y sobre el proyecto del ganado. Sostuvo que cuando estaban juntos, era ella quien solía poner el dinero para todo y que él “jamás” le dio un euro para cerrar estos negocios. Prácticamente se presentó como un mantenido.