Las críticas de la viuda del ganadero asesinado por «Igor el Ruso»: «No sabía a qué se enfrentaba»

Considera esta mujer que si «la gente de este pueblo - Andorra -», por lo menos hubiera sabido que el presunto asesino era «tan peligroso», seguro que «ninguna esposa o madre» hubiera dejado ir a sus familiares al monte. En este sentido, asegura que su marido «no sabía a qué se enfrentaba».

Añade Febrero que José Luis Iranzo ayudó a la Guardia Civil en el despliegue hecho a partir del 5 de diciembre -cuando fueron tiroteados dos personas al cambiar la cerradura de una masía también en Albalate-, lo mismo que otras personas de estos «pequeños y abandonados pueblos». «José Luis estuvo no sé cuántas veces con la Guardia Civil. La última vez que lo vi... Iba al cuartel... Les ayudó todo lo que pudo».

Así que para Eva Febrero la Guardia Civil entonces «sí respondió», aunque matiza que respondió «sin medios» a pesar de que las pruebas recabadas a raíz del tiroteo del 5 de diciembre «eran contundentes» sobre la peligrosidad del individuo que habá abierto fuego.

«Buscaban todos a un asesino y se podía saber... Las pruebas de Albalate eran contundentes... y, sin embargo, todos iban a pecho descubierto», se queja la esposa de Iranzo, que insiste en que su marido «no sabía a qué se enfrentaba», pero igual que él, todos los demás, de manera que lo que le ocurrió a su marido el pasado jueves, le podría haber sucedido a «cualquiera de esta zona», a «cualquier vecino» o a «cualquier niño que acompañase a su padre a ver las ovejas», afirma.

La viuda de Iranzo insiste en la falta de información. «Ni eso nos dieron... Ya no digo medios... Ya no digo dispositivos policiales...», apostilla antes de asegurar que «lo peor» fue que no se facilitara «información clara» a «una gente honrada». Gente que, recalca, «hubiera podido tener lógica y no ir al monte a trabajar hasta que capturasen al que se sabía era peligroso». Para Febrero, entre los vecinos existe el «sentir» de que «se engañó a muchas personas». Por ello, pide «decir a la gente la verdad, siempre». A su juicio, por tanto, «una respuesta inmediata» por parte de la Benemérita, como la calificó el ministro del Interior Juan Ignacio Zoido, «no es lo que se hizo».

Mientras, la Secretaría General de I nstituciones Penitenciarias ha decidido trasladar de cárcel al asesino, Norbert Feher, alias de «Igor el Ruso». La medida se ha tomado después de que la dirección de la prisión de Teruel redactara un informe en el que hacía constar que el centro no estaba suficientemente preparado para que permanezca allíun preso tan peligroso como este. Por ello, el criminal será llevado en las próximas horas a la cárcel de Zuera, mucho más preparada y con un módulo de aislamiento con todas las garantías de seguridad.

Ferher hace gala en la prisión de Teruel de una tranquilidad que resulta inquietante y ha llamado la atención el apetito que demuestra. Duerme con absoluta trasnquilidad y se muestra ajeno a todo, sin mostrar un mínimo nerviosismo, ni siquiera ante la perspectiva de tener que pasar decenas de años entre rejas.