PARLAMENTO
El Congreso, en obras contra las goteras
Los andamios empiezan a rodear la fachada del viejo Palacio para hacer obras en las cubiertas. Las fuertes lluvias causaron un estropicio en uno de los escritorios
El Congreso, en obras contra las goteras
Una gran gotera «adorna» la sala del escritorio situado enfrente del hemiciclo del Palacio del Congreso. Hace unos meses, las fuertes lluvias se colaron por la cubierta y acabaron cayendo en el interior en una especie de chorro de agua, directamente sobre el ... televisor colocado para seguir los plenos. El estropicio no fue menor, pero el hecho de que ocurriera en un día sin actividad parlamentaria ayudó a que pasara desapercibido.
Sin embargo, las marcas y manchas de la gotera permanecen , y el riesgo de que se produzcan males mayores, también. Por eso, cuando llueve aquí muchos cruzan los dedos para que un torrente de agua no vuelva a colarse en el interior. Un Congreso con goteras en acción no produce precisamente la mejor imagen.
La gotera se encuentra en el escritorio que suelen utilizar los periodistas para seguir los plenos, junto al pasillo central que da al hemiciclo. Pero no es el único problema que hay en las cubiertas del Palacio. Si se observa detenidamente se ven grietas y salidas, que impiden una buena climatización y un ahorro energético óptimo , ya que el frío, o el calor, se cuelan por centenares de rendijas.
El ex presidente del Congreso José Bono decidió la pasada legislatura que había que acometer obras sin falta, y así se lo comunicó a la entonces responsable de Hacienda, Elena Salgado. Patrimonio y Hacienda se pusieron manos a la obra y se adjudicaron unas obras por valor de 4,5 millones de euros (el máximo previsto eran 7 millones), para reparar cubiertas. Se tocará hasta el Salón de los Pasos Perdidos, pero no el hemiciclo. De momento...
La semana pasada se colocaron los primeros andamios alrededor de la fachada del Palacio. El presidente del Congreso, Jesús Posada , confía en que el año que viene estén terminadas, aunque no oculta su escepticismo. Las obras, comenta, se sabe cuándo empiezan pero no cuándo acaban.
De momento, el primer efecto ha sido la suspensión este año de las Jornadas de Puertas Abiertas . El Día de la Constitución, además, se celebrará en el Senado. Como no hay mal que por bien no venga, el Congreso se ahorrará solo en publicidad unos 100.000 euros al no celebrar esas Jornadas, que tienen un presupuesto total que supera los 200.000 euros.
Ver comentarios