Casado se vuelca en la campaña del 13-F para apuntalar su liderazgo

El PP afronta este reto como si de otro 4-M de Madrid se tratara : una oportunidad para lograr otro impulso, pero también para sostener que el éxito electoral no es algo exclusivo de una comunidad, sino que afecta a todo el partido. La campaña se está coordinando con total fluidez entre la dirección regional del PP, con Raúl de la Hoz como mano derecha de Mañueco y director de campaña, y Génova, con Ana Beltrán al frente como vicesecretaria de Organización y número dos de Teodoro García Egea . En total, el PP tendrá '11 campañas en una'. Por un lado, la que protagonice el candidato, por otro, la del presidente del PP, y luego habrá otras nueve, una por provincia. Todas se cruzarán en varios momentos durante las próximas semanas.

En el caso de Casado, en los 15 días de campaña participará en cuatro grandes mítines: el acto de apertura junto a Mañueco, en La Bañeza (León), los dos domingos de la campaña, uno en Ávila y otro en Palencia, y en el acto de cierre, en la Feria de Muestras de Valladolid. El PP quiere que la clausura sea una gran celebración parecida al cierre de campaña de Ayuso en Madrid Río, y que estén presentes todos los barones y otros dirigentes nacionales del partido, junto al candidato y Casado, para enviar una imagen de piña y fortaleza.

Además de esos cuatro mítines, Casado participará en diferentes actos sectoriales, «muy pegados a los pueblos y a los vecinos» , que le llevarán al final por todas las provincias. En realidad ya lo está haciendo desde hace unas semanas. Este domingo, acudirá a Villamartín de Campos (Palencia), por petición de Mañueco. Y en las semanas siguientes tiene previsto visitar otros muchos municipios, algunos ligados a su familia, como Matadeón de los Oteros (León), el pueblo de sus abuelos. Su campaña estará en la calle, en las plazas, con paseos y junto a los vecinos. Y todo tiene un sentido claro: compararlo con Pedro Sánchez, «que no sale del Falcon, del coche oficial y del mitin cerrado, rodeado de su equipo de seguridad» , según comentan los organizadores de la campaña.

El PP quiere contraponer dos modelos de gestión: el de sus gobiernos autonómicos, representados por Mañueco y el resto de barones, que tienen la bajada de impuestos por bandera, frente al que representa el Gobierno de coalición, con Sánchez a la cabeza , «basado en el engaño, la mentira y la subida masiva de impuestos». Otra diferencia que remarcarán los populares será que el PP «es el partido de la tierra y de los pueblos, con Mañueco y Casado con raíces ahí, frente a un Sánchez que no puede competir en ese terreno».

En la campaña de Mañueco entrarán en escena Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno y Fernando López Miras. Cada uno compartirá un mitin con el candidato en Castilla y León. Y lo mismo harán los expresidentes del Gobierno Mariano Rajoy y José María Aznar , que actuarán por separado en la campaña.

El despliegue del PP ante las elecciones abarca las nueve campañas provinciales. Los vicesecretarios nacionales del partido se repartirán por toda el territorio y participarán en actos con los números uno en cada circunscripción. Además, acudirán alcaldes como José Luis Martínez-Almeida (Madrid) y Jorge Azcón (Zaragoza), y los portavoces parlamentarios. En concreto, el del Senado, Javier Maroto, vecino de Sotosalbos (Segovia), está recorriendo ya toda la región con iniciativas locales que el PP defenderá en la Cámara Alta. Las encuestas sonríen al PP. Los sondeos internos que manejan lo sitúan al borde de la mayoría absoluta en las Cortes de Castilla y León. Su objetivo es ganar con una mayoría suficiente que supere al bloque de la izquierda y desactivar así la posible influencia de Vox.

El partido de Santiago Abascal tiene ahora mismo solo un procurador, pero podría llegar a los nueve o diez el 13-F , según algunas encuestas. En cualquier caso, el PP 'ignorará' a Vox en su campaña. Lo ninguneará y tratará de no prestarle atención. Para ello cuentan con la ayuda de los dos debates electorales programados entre los candidatos, en los que solo participarán los representantes del PP, PSOE y Ciudadanos, los únicos que tienen grupo parlamentario propio.

En este plan del PP hay un riesgo: la baja participación. Es uno de los grandes temores de los dirigentes populares, ya que podría beneficiar a Unidas Podemos y Vox. El principal efecto desmovilizador podría ser el mal tiempo, algo que tiene una influencia especial en una región como Castilla y León, donde muchas personas viven en ciudades, pero están domiciliadas en pueblos. Frente a ese efecto, el PP quiere promover al máximo el voto por correo, pero también subrayar el debate nacional sobre el 13-F, que ven movilizador, y empapar a la gente de ánimo electoral, tarea más difícil por la novedad de convocar en solitario.