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Calen bayonetas

Girauta y Sáenz de Santamaría pelearon ayer en el Parlamento por el monopolio de otro argumento vertebral, el paladinazgo de la unidad de España, que los catalanes de Tabarnia prefirieron encomendar a Cs

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, este miércoles en el Congreso de los Diputados EFE
David Gistau

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La lucha entre Cs y PP va a ser casa por casa. Es decir, reñirán, uno por uno, todos los defectos adjudicables al adversario y todas las virtudes pretendidas para uno mismo. Por ejemplo, si Cs dispone de ventaja en una cuestión esencial como la ... honradez, el PP, hundido en esto por su cuerda de presos corruptos y su orfeón de «pentiti», cuestiona su financiación para intentar arruinarle esa presunción de superioridad atractiva para un electorado harto de la mangancia popular y menos amedrentado que antes por el posible advenimiento de una horda de extrema izquierda.

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