Dos de cada tres españoles creen que el PP ganará de nuevo

El PP no ha sufrido desgaste en su percepción como partido ganador estos meses de bloqueo político e incertidumbre. En ningún momento, durante los 113 días que han pasado desde las elecciones de 20 de diciembre, los ciudadanos han dejado de ver a los populares como posibles ganadores de otros comicios. Su papel secundario durante las negociaciones políticas para investir a un presidente, ante el veto al que Pedro Sánchez ha sometido a Mariano Rajoy y al PP , no ha hecho mella en esa condición.

Así, el 68,6 por ciento de los encuestados cree que el PP sería de nuevo el partido más votado , diez puntos más que en diciembre, antes de las elecciones. Entonces, el 58,8 por ciento apostaba claramente por el PP como el partido vencedor.

El PSOE no ha conseguido acercarse ni de lejos al PP . Solo el 13 por ciento de los españoles creen que el Partido Socialista será el más votado, con independencia de lo que cada uno tenga pensado votar. Los meses de negociación, la candidatura de Pedro Sánchez a la Presidencia del Gobierno, su investidura (fallida) y la iniciativa política que ha tenido en los últimos meses no han servido para que cambie la percepción entre la mayoría de los españoles, que siguen sin ver al PSOE como un partido ganador en las urnas.

El caso de Podemos es el de un partido que hace algo más de un año parecía tener opciones de ganar las elecciones pero que se fue desinflando en sus expectativas hasta quedar muy por debajo del PSOE.

En enero de 2015, el 25,7 por ciento de los españoles pensaban que Podemos ganaría las elecciones generales. Estaba bastante cerca del PP en esa percepción: el 32,2 por ciento veía a los populares como vencedores. Y el PSOE se hundía en un 10,4 por ciento; Ciudadanos ni siquiera aparecía en la tabla de los partidos favoritos. La batalla electoral parecía librarse entre el PP y Podemos, con un PSOE a la baja. Pero después de las elecciones municipales y autonómicas, el PSOE recuperó poder territorial, y también parte de su condición de favorito. Fue una ilusión, porque desde julio la condición de favoritos de los socialistas volvió a caer en picado, mientras subía la del Partido Popular.

Ocurre un hecho llamativo: mientras la mayoría ve al Partido Popular como ganador en unas nuevas elecciones, son más los españoles que creen que Pedro Sánchez será presidente del Gobierno antes que Mariano Rajoy . La aparente contradicción está en sintonía con lo que se ha vivido en España en los últimos meses. El PP ganó las elecciones, pero Rajoy declinó presentarse a un debate de investidura por falta de apoyos y fue Sánchez quien intentó liderar un bloque alternativo para llegar a La Moncloa.

Así, un 33,2 por ciento de los encuestados está convencido de que el secretario general del PSOE será el próximo presidente del Gobierno, mientras que solo el 26,8 por ciento cree que lo será Mariano Rajoy. Las opciones de ver a Pablo Iglesias o Albert Rivera sentados en La Moncloa no son relevantes: un 2,2 por ciento ve al líder de Podemos como presidente, y un 2,8 por ciento, al de Ciudadanos. Son más, el 3,1 por ciento, los que creen que antes habría otro jefe del Ejecutivo.

En la encuesta de GAD3 se pregunta también por la situación económica en España . Uno de cada tres cree que lo peor de la crisis ha pasado ya, pero un porcentaje muy similar piensa que no, que todavía no ha llegado lo más duro. Si se observa la tendencia puede comprobarse que el pesimismo va ganando terreno desde hace tres meses, por la situación de incertidumbre política que se vive.

Hay un 66,8 por ciento de españoles que califican de «mala» la situación económica , ocho puntos más que en el mes de marzo. Solo hay un seis por ciento que se atreven a calificar de «bueno» el momento económico. Respecto a la confianza que se tiene en el futuro, el pesimismo también se deja notar. Un 29,9 por ciento cree que dentro de un año estaremos peor que ahora , mientras que un 23,1 por ciento confía en que la situación haya mejorado. Otro tercio de los españoles se muestran escépticos y piensan que todo seguirá igual.