Suscribete a
ABC Premium

Bidart, el principio del fin

El 29 de marzo de 1992 la Policía francesa detuvo a los tres cabecillas de ETA en el país galo. Era la primera vez

Imagen del caserío Etxe Maitia, donde fue detenida la cúpula de ETA hace 25 años EFE

Alexis Romero

«El comandante de la Guardia Civil miró a los ojos a Francisco Múgica Garmendia. “¿Qué, te sientes más hombre por haber ordenado matar niños?”, le preguntó esperando una respuesta. El criminal etarra más buscado en Francia bajó los ojos y se limitó a contestar ... con un lacónico “no sé”. El individuo que tenía a su espalda, acusado de haber ordenado a los comandos terroristas que llevasen a cabo cientos de asesinatos, carecía en ese momento del valor necesario para afrontar la situación. No sabía decir más que “no sé”. ¿Cómo era posible que en las cartas que dirigía a los comandos les incitase de aquel modo a luchar hasta la muerte siendo tan poquita cosa en sí mismo? Perplejo, el comandante salió de la sala sin dignarse siquiera a dirigirle una mirada de desprecio». Así relataban los periodistas de ABC Javier Pagola, Dolores Martínez y Jesús María Zuloaga en su libro «El azote de ETA» los acontecimientos posteriores a la caída de la cúpula de ETA en un caserío de Bidart.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia