Batasuna retoma su discurso desafiante y condena los arrestos

Batasuna encuadró la operación dentro de las «actuaciones represivas» que, a su juicio, se han dado en las últimas semanas, entre las que cita «decenas de detenciones, torturas, prohibiciones de manifestaciones e ilegalizaciones». Y haciendo uso de su habitual discurso desafiante , dirigió toda responsabilidad al Gobierno, al afirmar que los arrestos responden a la «agenda política envenenada que Madrid quiere imponer» en un supuesto intento de que el «proceso abierto no se consolide». En cambio, no mandó ningún recado a una banda supuestamente en tregua, a la que el lunes sí pedía que tomara medidas para «evitar» sucesos como el tiroteo en Francia.

«El PSOE y el PP quieren mantener a este pueblo bajo un Estado de excepción, cueste lo que cueste, intentando de esta manera que el proceso abierto y la nueva fase política en marcha no se afiancen», añadía el escrito, que decepcionó con creces a quienes habían celebrado su rechazo contundente a los ataques últimos contra los gendarmes. Sortu , una vez más, se quedó fuera de juego ya que, si bien rechazó el tiroteo en suelo galo —con 72 horas de retraso y atribuyéndolo a la «violencia política»—, nada dijo del hallazgo del arsenal explosivo en Legorreta.

Mientras, el Gobierno Vasco prohibió ayer los dos actos de homenaje al preso más antiguo de ETA, José María Sagardui, «Gatza», que hoy abandona la cárcel de Jaén tras pasar casi 31 años entre rejas. El departamento vasco de Interior informó de la prohibición de la manifestación prevista para hoy por la tarde en Amorebieta (Vizcaya) y de una concentración convocada para el sábado. El PP había solicitado al Ejecutivo de López que impidiera los actos de apoyo público al etarra «sin esperar a una resolución de la Audiencia Nacional». La defensa de la dignidad de las víctimas se ha impuesto esta vez a la impunidad proetarra.