Así serán los primeros Sanfermines de Bildu

Pero en el poco margen que ha tenido en estos días, ya ha hecho una serie de cambios que dejarán el sello abertzale.

De momento, la fachada del Ayuntamiento de Pamplona ya luce la ikurriña que, por primera vez en la historia de las fiestas, ondea en un mástil colocado en los balcones. El martes Asirón lo dejó claro: “La ikurriña estará en el edificio consistorial de una forma u otra”. Eso sí, prometió obedecer la Ley de Símbolos “me guste o no me guste”, así que no le quedará más remedio que invitar a alguna de las principales autoridades del País Vasco para que la quinta bandera pueda considerarse como “de cortesía” , que indica dicha ley para poder colocar la enseña de otra Comunidad. Pero sí, todo apunta a que la bandera del País Vasco adquirirá más protagonismo que el propio Chupinazo.

Éste no ha sido el único gesto hacia la ikurriña. El pasado miércoles eliminó del bando municipal con las normas de los Sanfermines la prohibición de introducir banderas “que tapen a varias personas” en la plaza Consistorial el día del Chupinazo. Con esta medida, Asirón pretende permitir que metan ikurriñas gigantes en la plaza , con el consiguiente peligro que esto puede acarrear por su tamaño. Aunque la izquierda abertzale siempre ha pretendido aparentar que esta prohibición se debía al rechazo a la ikurriña, lo cierto es que todos los años los agentes de la Policía Municipal han permitido pasar con la bandera de la Comunidad vecina sin ningún problema si su tamaño no tapaba a más de una persona.

El tema de la ikurriña no es ni mucho menos el único guiño hecho a los abertzales realizado de cara a los Sanfermines que comienzan mañana. Una de las primeras decisiones que tomó nada más coger el bastón de mando fue acudir el próximo 8 de julio al homenaje que se realiza cada año a Germán Rodríguez , un joven que murió por disparos, presuntamente de la Policía Armada, durante los trágicos incidentes que sacudieron Pamplona en los Sanfermines de 1978.

Todos los años se ha homenajeado a Germán, pero la polémica ha saltado este año al acudir Asirón “en mi condición de alcalde”, ya que Germán Rodríguez era un joven que pertenecía a la Liga Komunista Iraltzailea, una formación política que se había escindido de ETA VI Asamblea. Esta presencia la decidió después de rechazar instaurar dicho homenaje como parte del programa oficial de fiestas.

Y queda por saber qué sucederá tras la Procesión del 7 de julio. En los últimos años se habían producido incidentes en la calle Curia debido a que grupos abertzales insultaban e, incluso en algún caso, trataban de agredir al alcalde y a los concejales de UPN. Este año, el alcalde es de Bildu, quien ya ha anunciado que estará aunque no asistirá a la Eucaristía, por lo que lo más fácil es que cambien los insultos por alabanzas.

Estos pequeños cambios no han ido más allá puesto que no ha habido tiempo material para incrementarlos. Donde verdaderamente se verá la mano de Bildu será en los Sanfermines de 2016 . El alcalde ya ha anunciado su intención de recuperar el Riau Riau, que hasta ahora había sido boicoteado con gravísimos incidentes por la izquierda abertzale. También pretende que el lanzamiento del Chupinazo se realice por decisión popular , que sean los propios vecinos de Pamplona quienes propongan quién debe lanzar el cohete y, posteriormente, votarlo. Y ya se verá qué más novedades se acuerdan de aquí a entonces. Eso sí, siempre que no surjan sorpresas improvisadas este año.

En definitiva, se presentaron a las urnas para, entre otras cosas, despolitizar las fiestas y lo poco que Bildu ha hecho sólo ha servido para añadir más carga política a unos días donde los ciudadanos sólo quieren divertirse, pasárselo bien y desconectar de los 356 días del resto del año.