«Kichi», el profesor, sindicalista y chirigotero que ahora rige Cádiz

Hijo de emigrantes, de un soldador y de una empleada doméstica, «Kichi» nació hace 39 años en Rotterdam y allí pasó sus primeros cuatro años hasta que regresó a Cádiz . Pasó su infancia y adolescencia en el barrio de la Viña de Cádiz, donde aún vive. Ahora con su pareja, la secretaria general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez.

Padre de dos hijos de una anterior relación, comenzó a comprometerse con la realidad social de su barrio como voluntario de la parroquia de La Pastora, trabajando con jóvenes en riesgo de exclusión social. En la Viña, uno de los barrios más señeros de Cádiz, también se hizo con una «segunda familia», como él la define, su comparsa, con la que este año llegó a las semifinales del Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC).

Kichi presume de que en su etapa de estudiante universitario, en la que descargó cajas de pescado «a 3 euros la hora». En aquellos años se vinculó con las reivindicaciones estudiantiles. «Una de las luchas que más me han marcado han sido las movilizaciones del metal ya que, como muchos gaditanos, llevo el olor a hierro de los Astilleros marcado en el ADN», contaba «Kichi» en el perfil con el que se presentó a las primarias para la elección del cabeza de cartel de «Por Cádiz si se puede».

Delegado del sindicato de enseñanza Ustea, tarea por la que lleva tres años liberado, «Kichi» dio el salto a la política tras formar parte activa de la Marea Verde y de las movilizaciones del 15-M, que marcaron, además, el inicio de su relación con Teresa Rodríguez.

Aunque le cuesta imaginar a su hasta ahora compañero en el papel de alcalde de la ciudad, Teresa Rodríguez asegura que «Kichi» tiene «mucha ilusión» y «mucha energía» para asumir esta nueva responsabilidad, de la misma forma que ha llevado estos meses «momentos de no dar abasto» o como «ha aguantado críticas o comentarios» en las redes sociales.

Octavio Linares, amigo de la infancia de «Kichi» y representante legal de la comparsa de Jesús Bienvenido, de la que el nuevo alcalde de Cádiz formó parte este año, asegura que es «una persona honrada, humilde, comprometida y que, aunque pueda meter la pata, nunca va a meter la mano».

«Hemos perdido a un componente de la comparsa pero Cádiz habrá ganado un gran alcalde», asegura su amigo, que no duda en que «al principio» se le verá raro su nuevo traje de alcalde. «Le sobrará por las mangas, le sobrará por los bajos, por todos los sitios, pero poco a poco irá haciendo el traje a su medida e intentará hacer lo mejor por la gente que lo está pasando mal en Cádiz, que hay mucha», apostilla.