Gibraltar cree que la victoria del PSOE en Andalucía le favorecerá

Pero ha saltado la sorpresa. En Bruselas, Ramón Jáuregui, eurodiputado socialista y miembro de la comisión especial que investiga el trato fiscal favorable a las multinacionales en Luxemburgo, acaba de pedir a la misma que incluya a Gibraltar en la lista de los territorios cuyas prácticas son investigadas, «ya que su actividad fiscal opaca perjudica directamente a la fiscalidad española, a través de una dominación societaria sin fiscalidad para eludir el impuesto de patrimonio en España y, sobre todo, para impedir la investigación fiscal en nuestro país».

Es algo que ya sabíamos de sobra. Lo sorprendente es que lo haya presentado un socialista de esa categoría. En Bruselas. Un Chaves o un Zarrías, desde luego, no presentarían nunca esa moción. Y lo primero que uno se pregunta es si Jáuregui estaba actuando de acuerdo con Pedro Sánchez o, dicho de otra manera, si la nueva dirección del PSOE en Madrid está poniendo distancias con la dirección en Andalucía, al menos en el tema Gibraltar . Aunque tampoco debemos olvidar que fue Trinidad Jiménez, como última ministra de Exteriores de Zapatero, quien suspendió aquella farsa del Tripartito.

Mientras se aclara, hay más noticias sobre el tema. Temiendo lo que podría ser una auténtica catástrofe para ellos, que en el referéndum previsto el Reino Unido abandone la UE, o simplemente, que Cameron pierda las próximas elecciones, el gobierno Picardo dirige sus ojos a Estados Unidos. Su «viceministro principal», Joseph García, acaba de estar en Washington para buscar apoyos a una resolución por la que el Congreso USA apoyaría la autodeterminación de Gibraltar. Ya lo intentaron la pasada primavera, pero una enérgica intervención de la Embajada española cerca de todos los legisladores norteamericanos, en la que se les recordaba que la descolonización de Gibraltar es un asunto en manos de la ONU, que ha dictaminado debe realizarse por negociaciones entre los gobiernos de España y el Reino Unido, a más de recordar las buenas relaciones y la estrecha colaboración en todos los terrenos que España viene teniendo con los Estados Unidos, cortó el intento en seco. Ahora vuelven a la carga, lo que demuestra lo nerviosos que están. Dicen que han conseguido el respaldo de más congresistas que la vez anterior, pero sin indicar número, señal que no deben de ser tantos.

Sabemos que se reclutan entre el ala más conservadora del partido republicano, y que este domine ahora la Cámara baja ha debido infundirles ánimo. Han contratado también una agencia de lobistas, el bufete Holland and Knight, y García se ha entrevistado con todo el que quiso recibirles, incluido el presidente del National Geographic, «para presentarle una serie de proyectos históricos que pueden ser de interés». En fin, que se mueven, y esperemos que la diplomacia española siga alerta, pues en cuanto nos descuidemos nos la clavan. Dinero para ello no va a faltarles: aquel que escamotean al fisco español.

Me queda sólo por comentar una noticia que se comenta por sí sola, por lo que se la transmito tal cual me llega: «La Comisión Europea anuncia que ha denunciado ante la Corte Europea de Justicia al gobierno británico por no haber construido en Punta Europa una planta depuradora, tal como estaba dispuesto». O sea, que estos tíos estaban vertiendo detritus hacia el sur y hacia el norte, ensuciando las aguas y la tierra, en violación de todas las normas. Como acostumbran.