El regreso del etarra «Santi Potros» a la cárcel no será inminente y hay riesgo de fuga

El Pleno de la Sala Segunda del Tribunal Supremo acordó ayer martes por nueve votos a favor y seis en contra que no cabe acumular a las condenas españolas las impuestas a terroristas en otros Estados miembros de la UE.

Los magistrados rechazaron así el recurso del etarra Kepa Pikabea contra la decisión que la Audiencia Nacional tomó en su día de no descontarle las penas que le impuso la justicia gala. A su vez, y de forma indirecta, la Sala propinó un varapalo a la Sección Primera de la Audiencia al cuestionar las excarcelaciones (de Potros y Plazaloa) apenas unas horas antes de que entrara en vigor la ley que las impedía.

El criterio de esta sentencia se aplicará al resto de presos que han recurrido la no acumulación de sus condenas. También a los que, como «Santi Potros» y Plazaloa, ya están excarcelados con el consiguiente recurso del fiscal ante el Tribunal Supremo. Como informó ABC, el Ministerio Público ya pidió hace unos días el reingreso de ambos en prisión . En un duro escrito el fiscal Eduardo Fungairiño acusa a la Sección Primera de haber actuado en fraude de ley.

Fuentes del Alto Tribunal se muestran escépticas ante la posibilidad de que los excarcelados «Santi Potros» y Plazaloa ingresen en prisión con premura. Antes de que esto suceda el Tribunal Supremo tendrá que estudiar los recursos del fiscal, y todavía no hay fecha para ello. Fuentes jurídicas advierten de que los señalamientos deberían hacerse con urgencia en aras de evitar que estos etarras caigan en la tentación de huir de la justicia.

Tanto las víctimas del terrorismo como los expertos que llevan años combatiendo a ETA coinciden en advertir de la necesidad de que se proceda a la detención de los miembros de la banda criminal en el preciso momento en el que la autoridad judicial considera, por uno u otro motivo, que deben regresar a prisión. En caso contrario, hay grave riesgo de que intenten eludir a la acción de la Justicia. Precedentes no faltan en la siniestra historia de la organización criminal.

Uno de los casos más lamentables lo protagonizó José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, «Josu Ternera». Entonces estaba en libertad y ejercía como parlamentario vasco de Euskal Herritarrok. El Tribunal Supremo le citó con varias semanas de antelación para investigar su posible relación, como inductor, con la matanza en la casa cuartel de Zaragoza, ya que cuando se cometió era máximo cabecilla. Tuvo tiempo para preparar la fuga. Después se reincorporó a la cúpula de ETA , donde permanece.

Antonio Troitiño, pistolero del «comando Madrid», quedó en libertad por un error de la Audiencia Nacional a la hora de liquidar su condena. Para cuando se quiso subsanar el fallo había conseguido huir. Después fue detenido en Londres, aunque de momento no se ha procedido a su extradición. En medios de la lucha antiterrorista se recuerda que tras quedar en libertad, las Fuerzas de Seguridad no tenían posibilidad de controlar y vigilar a Santiago Arróspide, «Santi Potros», y que no hubieran podido impedir su salida al extranjero.