El Rey: «Mandar es servir, y no habrá día en el que deje de recordarlo»

El Rey agregó que nunca dejará de «sentir una inmensa gratitud y admiración hacia los hombres y mujeres que eligen o eligieron servir a su Patria» con «la exigencia, dureza y austeridad de la vida militar; con la entrega, hasta de la vida si hiciera falta, en la defensa de España y de nuestros intereses, compromisos y alianzas internacionales».

En su intervención, Don Felipe recordó en varias ocasiones a quienes perdieron la vida en acto de servicio: «Su sacrificio, y el de quienes resultaron heridos en el cumplimiento del deber, deben perdurar en nuestras memorias como ejemplo de entrega y abnegación. Hoy quiero hacerles llegar a ellos y a sus familias nuestra gratitud, permanente apoyo, cercanía y cariño».

Vestido con el uniforme azul marino de capitán general de la Armada -«no importa el color», dijo- y acompañado por la Reina, que lucía un vestido largo en color azul petróleo, Don Felipe quiso rendir en su primera Pascua Militar un homenaje a su padre. «Ha sido el 2014 un año cargado de acontecimientos destacados. En primer lugar, la abdicación de mi padre el Rey Juan Carlos tras casi cuatro décadas de reinado en las que, como Mando Supremo de las Fuerzas Armadas, ha vivido con intensidad la extraordinaria transformación de la Institución Militar, siempre con el objetivo de prestar el mejor servicio a España. A él dedico en este día el homenaje de gratitud y respeto que merece de todos nosotros».

También se refirió Don Felipe a la necesidad de administrar los recursos con la máxima eficacia para «mantener las capacidades operativas con el nivel requerido para responder eficientemente a las amenazas». Unas amenazas «no siempre predecibles» que «pueden trascender del tradicional escenario físico a otras más complejos, como el ciberespacio». Igual que hacía Don Juan Carlos, Don Felipe se dirigió a los militares con un «queridos compañeros» y terminó sus palabras con un «¡Viva España!», que fue respondido por un «¡Viva el Rey!».

Tras la ceremonia castrense en el Patio de la Armería, en la que los Reyes han recibido honores militares y el Monarca ha pasado revista a una unidad de la Guardia Real, Don Felipe y Doña Letizia han accedido al Palacio Real y, después de recibir a las comisiones en la Saleta Gasparini, han pasado al Salón del Trono. Allí el nuevo Rey ha impuesto 19 condecoraciones militares a civiles y miembros de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil. Tras los discursos de Don Felipe y del ministro de Defensa, Pedro Morenés, los Reyes han ofrecido un vino español a los invitados.