La célula yihadista desmantelada había captado al menos a doce mujeres

La citada red estaba distribuida en tres compartimentos. Los «directores» eran los dos detenidos en Castillejos (Marruecos), máximos responsables de la estructura desmantelada, que actuaban en la sombra. Se servían de facilitadores y colaboradoras mujeres, jóvenes, incluso menores de edad, que llevan a cabo la labor de reclutadoras activas.

Precisamente las cuatro mujeres detenidas en España, que habían culminado ya el proceso de radicalización al que habían sido sometidas, ejercían ese labor de «reclutadoras activas». Una de las mujeres es menor de edad. El único varón arrestado en España desempeñaba la labor de facilitador de la célula desmantelada.

Hasta el momento, la Policía ha logrado identificar a doce mujeres captadas por esta red. Todas ellas fueron sometidas a un proceso de radicalización a través de las redes sociales. Pese a que a lo largo de las investigaciones se detectaron contactos directos entre las reclutadoras y las jóvenes captadas, Internet constituye, también en este caso, el instrumento principal para el reclutamiento. De las pesquisas se ha podido saber que el proceso de radicalización y captación presenta tres fases claramente diferenciadas:

Fase inicial: A través de redes sociales, las reclutadoras activas cuelgan mensajes y propaganda contra la sociedad occidental, a la que solo se le puede hacer frente mediante una interpretación integrista del Islam. El mensaje está claramente dirigido a mujeres jóvenes.

Fase de selección: Las víctimas elegidas son reconducidas a foros privados de WhasApp de acceso restringido sólo por autorización de las reclutadoras activas. En estos foros los mensajes se van radicalizando y llegan a las consignas, la antesala de la orden de «pasar a la acción».

Fase final: Sólo aquellas víctimas que dan el paso son las que pasan a foros exclusivos en los que se multiplican las medidas de seguridad. Finalizado el proceso, se produce el contacto personal previo al desplazamiento a las zonas en conflicto.

La Policía ha podido constatar que las reclutadoras activas de la célula desmantelada ofrecían a las jóvenes captadas una visión completamente falsa de lo que sería su vida en el «califato del Estado Islámico». Bien como «guerreras yihadistas», bien como protagonistas de una vida placentera al lado de un muyahidin. En el transcurso de la operación, la Policía ha llevado a cabo seis registros en Barcelona, Ceute y Melilla.