Los Reyes acompañan a las familias en el funeral por el accidente de autobús en Murcia

Los Reyes han sido recibidos en el exterior del pabellón por las autoridades autonómicas y locales y han conversado con el titular de Interior y el alcalde de Bullas, Pedro Chico, antes de acceder al interior del recinto. Con gestos de cariño, durante casi un cuarto de hora han saludado y trasladado sus condolencias uno a uno a los familiares de los fallecidos, que, situados en las primeras filas de la ceremonia y muchos de ellos con lágrimas, han agradecido el gesto de don Felipe y doña Letizia. También han trasladado sus condolencias a los familiares el titular de Interior, Garre y el alcalde de Bullas.

Durante la misa, varias personas han tenido que salir fuera por no poder aguantar el dolor. Incluso una de las voluntarias ha tenido que ser ayudada por sus propios compañeros, según informa EFE. En el pueblo se conocen todos y la mayoría tiene alguna vinculación con las víctimas.

Al término del funeral, los habitantes de Bullas han despedido a los Reyes con aplausos. También han dedicado aplausos a los 13 féretros que uno a uno fueron sacados del pabellón para ser trasladados al cementerio de Bullas.

El obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, encargado de oficiar el funeral, ha asegurado que «es difícil encontrar consuelo en el dolor». Además, ha asegurado que «no es fácil consolar cuando uno tiene el corazón roto. Han sido horas dramáticas, me siento unido a vosotros, compartiendo vuestras angustias, en el dolor y pidiendo a Dios por la recuperación de los heridos, que acoja a los fallecidos, y la fuerza y aliento para poder llevar este trance».

El Papa ha expresado su pesar y su tristeza por el fallecimiento de catorce personas en el accidente y ha transmitido su «cercanía espiritual» a los afectados, a quienes ha pedido «fortaleza de espíritu» para superar estos momentos.

El Papa, a través del Nuncio en España, Renzo Fratini, ha hecho llegar este mensaje al obispo de Cartagena, José Manuel Lorca, quien a su vez lo ha leído al comienzo del funeral. El Pontífice, «profundamente apenado» por la tragedia, ha expresado su cercanía espiritual a los afectados y ha rezado por el «eterno descanso» de los fallecidos, el total restablecimiento de los heridos y el consuelo de sus allegados. Desde su «honda tristeza y consternación», ha animado a encontrar en la fe «aliento y fortaleza de espíritu» para superar estos difíciles momentos.

Por su parte, el alcalde de Bullas, Pedro Chico, ha dicho a los periodistas a las afueras del pabellón que «se ha teñido de oscuridad este pueblo». Chico ha dicho que las familias de los fallecidos se preguntan la razón por la cual ha ocurrido un accidente «tan inexplicable» cuando el autobús estaba cerca del pueblo cuando regresaban de un viaje que habían hecho el sábado a Madrid.

«El pueblo está en situación de conmoción general en un día muy triste», ha afirmado, y ha comentado que lo que corresponde es apoyar a las familias y recordar a los heridos ingresados en los hospitales. «Es una cicatriz que no se si se borrará o cerrará, pero por lo menos a mí me va a marcar el resto de mi vida», ha relatado el primer edil, que desde el primer momento ha estado en el lugar de los hechos y acompañando a los afectados. «Esto no tiene ningún calificativo que pueda definir esta situación», ha concluido, y ha recordado que había conversado con ellos poco antes del viaje.

El funeral por el sacerdote Miguel Conesa se celebrará en Espinardo, Murcia, su localidad de nacimiento.