El PP plantea la elección directa de alcalde solo si es con un porcentaje alto de votos

Las razones del rechazo a priori de las dos principales formaciones de izquierda, añadió Arenas, son «completamente absurdas» y solo responden a la intención de estas formaciones de «cargarse el diálogo y boicotear el posible consenso» en torno a esta reforma. De hecho, recordó, «el PSOE cambió la ley electoral andaluza dos meses antes de las elecciones, sin ningún diálogo, para expulsar a los alcaldes del PP del Parlamento andaluz». En esta misma línea, el presidente del PP andaluz, Juan Manuel Moreno, añadió que fue el anterior gobierno socialista el que cambió la ley electoral, sin consenso con el PP, para introducir las «listas cremallera».

La intención de los populares es iniciar el mes próximo una ronda de contactos con todos los grupos políticos, a la que PSOE e IU ya han dicho que no piensan acudir, para desvelar sus planes. Nada se ha filtrado hasta el momento de la propuesta pero, en círculos populares se habla de que, para ser nominado directamente por las urnas, el candidato más votado debería lograr no menos de un 40 por ciento de los sufragios y sacar al segundo no menos de siete puntos de diferencia, como propuso en una anterior reforma electoral, en 2010. No está claro que, ahora en el gobierno, los populares incluyan la famosa «segunda vuelta» (el `ballotage´ francés), pero, si así fuera, se incentivaría por ley la coalición de fuerzas. En cualquier caso, desde el PP se asegura a ABC que hasta septiembre no hay ninguna propuesta formal y se están barajando diversos escenarios, «entre otras razones porque, si logramos apoyos de otras fuerzas, no deben ver la propuesta como una imposición».

De momento, los socialistas ya han dicho que no quieren saber nada de una reforma de ese calado a nueve meses de las elecciones. Sostienen que el PP solo busca garantizarse las alcaldías en nueve grandes capitales y en otras muchas más medianas y pequeñas ciudades, donde la perdió tras las elecciones de 2011. Aunque IU ya ha dado señales de que no quiere verse arrastrada en la estrategia de «frente común» -su portavoz en el Congreso, José Luis Centella, recordó al PSOE que «mucha culpa» es suya porque en 2003 y 2004 lo llevó en sus programas electorales-, Ferraz creen haber encontrado un primer elemento de vertebración opositora en torno a la figura del recién elegido secretario general, Pedro Sánchez.

El secretario de Organización socialista, César Luena, señaló ayer que el PP pretende «meternos un gol a todos y, lo que es más grave, un gol a nuestra democracia, y no lo vamos a permitir». Rajoy debe comparecer en el Congreso, dijo, a explicar qué pasa en el PP donde parece haber «cedido el timón» a Javier Arenas y los alcaldes que quieren la reforma.

Y desde IU, su diputado Gaspar Llamazares avisó ayer que la coalición «boicoteará» la propuesta de reforma electoral y llamará a la movilización contra una iniciativa que pretende, a su juicio, «meter la mano en la urna para cambiar la voluntad de los ciudadanos».