Bauzá se ve obligado a intervenir en la grave crisis política del Ayuntamiento de Ibiza

Cabe recordar que el pasado viernes Marí había anunciado su «dimisión irrevocable» y también la renuncia a su acta de concejal. El desencadenante de esta decisión había sido la dimisión, un día antes, de la teniente de alcalde de Cultura y Patrimonio, Lina Sansano, quien para justificar su marcha había aludido a un supuesto boicot de Marí a su gestión. Sansano dimitió después de que el Periódico de Ibiza y Formentera hubiera hecho públicos unos mensajes de teléfono móvil de mediados de 2013 en los que la alcaldesa vertía críticas contra la edil y contra la cúpula del PP regional.

Sansano se dio de baja en el PP el mismo día en que presentó su renuncia, pero se negó a entregar su acta de concejal y pasó a la oposición. De este modo, el equipo de gobierno popular se quedaba con nueve concejales sobre un total de 21 con que cuenta el consistorio de Ibiza.

Paradójicamente, en los comicios municipales de 2011 el PP había conseguido en la capital ibicenca la mayoría absoluta -con 11 ediles- de la mano de Marienna Sánchez-Jáuregui, que sustituyó como alcaldesa a la socialista Lurdes Costa. Sin embargo, el 18 de junio del pasado año Sánchez-Jáuregui se vio forzada a dimitir tras perder la confianza de cinco de sus ediles por el llamado «caso Prensa Pitiusa», en el que se investigaban presuntas irregularidades en la contratación y en el pago de publicidad institucional en un semanario de este grupo. Tras dimitir, Sánchez-Jáuregui pasó entonces a la oposición y fue sustituida por Marí, que en aquel momento era la responsable de Bienestar Social y que ha permanecido trece meses exactos en el cargo de alcaldesa.

Como se ha señalado, Marí había anunciado su renuncia el pasado viernes, pero iban pasando los días y aún no la había hecho efectiva. Pese a ello, la dirección del PP ibicenco estaba buscándole ya un sustituto, que tras varias jornadas de incertidumbre finalmente parecía que iba a ser el concejal de Turismo y Comercio, Rai Prats. Sin embargo, en la mañana de ayer martes el propio Prats y otros dos concejales del equipo de gobierno municipal, Juan Mayans y Alejandro Marí, comparecieron en rueda de prensa para pedir a la alcaldesa dimisionaria que reconsiderase su posición, supuestamente con la aquiescencia previa de la propia Marí.

Esta «rebelión» interna contra la cúpula del partido, provocó que Bauzá viajase hasta Ibiza y mantuviera una reunión con los responsables de la formación en la isla pitiusa. Su actual líder es Vicent Serra, que en la presente legislatura también preside el Consell de Ibiza. Tras casi cuatro horas de reunión, Bauzá y Serra han comparecido en la madrugada de este miércoles para anunciar que la dirección del partido había forzado la dimisión de Marí y de los tres ediles citados, que además se han visto obligados a renunciar a su acta de concejal. Bauzá ha reconocido que quizás no sea posible cubrir estas vacantes, ya que existe la posibilidad de que algunas de las personas que ocupaban los últimos puestos de la lista electoral del PP en los comicios municipales de 2011 declinen incorporarse ahora. Si finalmente fuera así, todo apunta a que el PP perdería la Alcaldía de Ibiza debido al actual correlato de escaños en el consistorio.

Tras la dimisión de Sansano hace una semana, los populares quedaron con nueve ediles. En este mandato, los socialistas tienen ocho concejales, mientras que la coalición Eivissa pel Canvi (ExC) y el Movimiento Ciudadano EPIC Ibiza cuentan con uno respectivamente. A ellos hay que añadir ahora a Sánchez-Jáuregui y a Sansano como no adscritos.

La situación se vuelve aún más compleja si se tiene en cuenta que forman parte del equipo de gobierno municipal del PP dos ediles del Partit Renovador d'Eivissa i Formentera (PREF), que en estos últimos días han expresado públicamente sus discrepancias con las últimas decisiones tomadas por los populares. Por todo ello, las próximas horas pueden resultar decisivas en la resolución de la actual crisis política, ya sea en un sentido o en otro.