Pamplona pone el nombre de víctimas de ETA a tres calles
El Ayuntamiento reconoce así a Alberto Toca Echeverría, Fidel Lázaro Aparicio y Antonio Conejo Salguero
Pamplona pone el nombre de víctimas de ETA a tres calles
El Ayuntamiento de Pamplona ha querido homenajear y reconocer una vez más a las Víctimas del Terrorismo dando el nombre de tres de ellas a otras tantas calles, que se sitúan en los barrios de Lezkairu y Arrosadía. El acuerdo ha sido adoptado esta mañana ... y responde así al acuerdo aprobado por la Comisión Ejecutiva de la Federación Española de Municipios y Provincias en junio de 2008.
En el barrio de Lezkairu se situarán las calles Alberto Toca Echeverría y, perpendicular a ésta, la calle Fidel Lázaro Aparicio. En el nuevo desarrollo del barrio de Arrosadía estará la calle Antonio Conejo Salguero.
Alberto Toca fue asesinado por dos individuos de los Comandos Autónomos Anticapitalistas , apéndice dependiente de ETA, el 8 de octubre de 1982. Era el delegado de gerencia de la Mutua Patronal de Accidentes de TrabajoASEPEYO y fundador de una de las principales asociaciones de familiares de discapacitados (ANFAS). Fue acribillado en su despacho de la calle Castillo de Maya por un comando terrorista que nunca fue identificado y sus autores no han sido detenidos.
Fidel Lázaro Aparicio y Antonio Conejo Salguero eran dos guardias civiles que fueron asesinados el 28 de mayo de 1983 mientras ejercían labores de vigilancia en el edificio de Correos, en el céntrico Paseo de Sarasate de Pamplona. Dos miembros de los Comandos Autónomos Anticapitalistas entraron en el edificio y les descerrajaron doce disparos con sus pistolas. Se trata de otro de los muchos crímenes que permanecen sin esclarecer y sin que sus autores hayan sido condenados por estos hechos.
No se trata de las primeras víctimas que tienen este tipo de reconocimiento en Pamplona. Por ejemplo, en el barrio de la Milagrosa se encuentra el Parque Tomás Caballero, concejal de UPN en el consistorio pamplonés que fue asesinado a escasos metros de dicho parque el 6 de mayo de 1998. Pero sí es un reconocimiento a esas víctimas cuyos familiares ni tan siquiera saben quién mató a su hijo, padre o marido o hermano.
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