Recibimiento de cuento oriental al Rey en Omán

El Sultán Qabús dio la bienvenida a Don Juan Carlos con todos los honores en el espectacular Palacio Al Alam

ALMUDENA MARTÍNEZ-FORNÉS

El Rey ha aterrizado a las cinco de la tarde de este martes (hora local) bajo un sol abrasador en el Aeropuerto de Mascate para empezar el segundo de sus viajes de diplomacia económica al Golfo Pérsico , que le llevará a visitar Omán (hasta ... el jueves), y después Bahrein (hasta el viernes), dos pequeños países petroleros llenos de oportunidades para las empresas españolas.

En Omán el anfitrión del Rey es el Sultán Qabús bin Said, que a pesar de la larga túnica que viste, de su turbante y de la daga de plata que lleva en la cintura, está considerado como el Monarca más prooccidental del Golfo.

Además de los ministros de Defensa, Fomento e Industria, y el secretario de Estado de Exteriores, acompañan al Rey 18 directivos de compañías que quieren aprovechar el clima que crea Don Juan Carlos para cerrar operaciones.

A pie de pista el Rey ha sido recibido por los ministros de Cultura, que es miembro de la Familia Real; el de Exteriores y el de Comercio. Don Juan Carlos descendió del avión mediante un curioso elevador, que emplean los jeques de estas tierras, muchos de ellos de avanzada edad, y les ahorra la escalerilla. Pero una vez en el Palacio Al Alam, residencia habitual del Sultán y también del Rey durante estos días, Don Juan Carlos fue recibido con todos los honores por Qabús. La ceremonia de bienvenida se celebró en el patio de Armas de la fortaleza oriental, donde se interpretó el himno nacional de España acompañado de salvas, y donde el Sultán presentó al Rey a su séquito, vestido con elegantes túnicas, turbantes y las tradicionales dagas de plata.

Segunda visita oficial

Omán es uno de los pocos países del mundo que el Rey sólo ha visitado una vez, en 1985. En aquella ocasión, la Reina se convirtió en la primera mujer que pudo escuchar los himnos desde un pódium en la historia del Sultanato. Esta es, por tanto, la segunda visita oficial de Don Juan Carlos. El Sultán Qabús estuvo en España durante su juventud, cuando aprovechó para visitar en privado la Mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada, y después regresó en 1989, en viaje oficial.

Quien sí estuvo en ese Sultanato poco antes que Don Juan Carlos fue el Príncipe de Asturias, cuando sólo tenía 17 años. Era la segunda vez en su vida que representaba al Rey en el extranjero y asistió al XV aniversario del reinado del actual Sultán.

Qabús bin Said, de 74 años, amante de la música clásica, los caballos y la lectura, se formó en el Reino Unido (estudió en un colegio privado de Suffolk y en la academia militar de Sandhurst) y viajó por todo el mundo, pero a su regreso a Omán su padre le recluyó en un palacio de Salalah para que se dedicara a la lectura del Corán. Durante su encierro, su madre le facilitaba a escondidas una radio y el diario « The Times », que le permitían seguir la actualidad y el conflicto armado que vivía su propio país con los independentistas de la región de Dhofar, fronteriza con Yemen.

Asesorado por agentes británicos, Qabús derrocó a su padre en 1970 durante un incruento golpe de palacio y lo envió al exilio en un lujoso hotel de Londres, donde falleció dos años después tras reconciliarse con su hijo. Con esa acción el Sultán liberó también a su pueblo del estilo feudal de gobernar de su padre, contrario a que sus súbditos se beneficiaran de los ingresos del petróleo para que siguieran siendo unos buenos musulmanes. Durante los 44 años que Qabús lleva en el poder, Omán se ha modernizado, ha experimentado una enorme transformación económica y social y se han dado pasos hacia la democracia.

Lo más llamativo es que Qabús, que está divorciado, no tiene descendencia por lo que existe cierta incertidumbre sobre su sucesión. Al Heredero lo deberá nombrar la Familia Real tras su muerte, pero el Sultán dejará una carta cerrada con el nombre de su elegido por si ésta no llegara a un acuerdo.

A su Reinado se le conoce como el Renacimiento, pero todavía quedan muchos proyectos por hacer en los que España puede aportar su experiencia. Entre estos, la construcción de un ferrocarril (2.500 kilómetros por 6.000 millones de dólares), la ampliación y construcción de nuevos puertos y aeropuertos (7.000 millones hasta finales de 2015), inversiones en petróleo y gas y nuevas concesiones (50.000 millones en diez años), hospitales, la reforma del sector eléctrico, plantas de desalinización y tratamiento de residuos.

Recibimiento de cuento oriental al Rey en Omán

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios