Cañete admite que le «insinuaron muchas veces» que sería el candidato del PP a las europeas

«Con seguridad absoluta me lo trasladó a principios de esta semana la secretaria general [María Dolores de Cospedal] aunque me lo insinuaron muchas veces», ha reconocido el todavía ministro de Agricultura en los micrófonos de la Cadena Cope .

En contra de lo que se ha comentado durante la larga espera que ha precedido a su nombramiento , Cañete nunca ha sido reticente a encabezar la lista. «La UE me ha gustado toda la vida, he estado trece años en el Parlamento Europeo, he negociado mucho como ministro con Europa y tengo, como se dice en Andalucía, mucho vicio con esto de la UE», ha respondido.

La posible elección del ministro como comisario europeo obligaría a su renuncia como eurodiputado, y eso dejaría a Esteban González Pons como el hombre fuerte del PP en Bruselas . «Es un candidato formidable, una persona muy preparada, con mucho conocimiento de los temas europeos y de un apoyo inestimable en la dirección del grupo en Bruselas », ha dicho Cañete sobre el vicesecretario de Estudios y Programas del PP.

En cuanto a quién le sustituirá en el Ministerio de Agricultura, ha reconocido que él tiene sus «candidatos o candidatas», pero se los guarda porque «en política hay que ser prudentes». «Al presidente Rajoy no hay que darle consejos, él es el que tiene que tomar la decisión. Si me consulta yo le daré nombres », ha añadido.

Respecto a su campaña, que empezará mañana de forma oficial con un acto electoral en Toledo, ha abogado por explicar a los españoles las «políticas fracasadas del PSOE en la UE» y por poner en valor lo que se vota el próximo 25 de mayo : «Lo que se decide en el Parlamento Europeo es importante, tiene codecisión legislativa al mismo Consejo de Ministros y todo lo que decide el Parlamento Europeo luego hay que trasponer a derecho comunitario».

El candidato del PP a las europeas ha admitido que tendrán que hacer «mucha pedagogía» para evitar el temido «voto de castigo» en la próxima cita electoral. «Aquí los votos de castigo se pagan caro porque el Parlamento Europeo tiene capacidad de codecisión. Los votos de castigo hay que pensárselos mucho porque luego se pagan muy caro», ha concluido.