Rajoy se volcará en Valencia y Madrid para apuntalar su reelección en 2015
La celebración de la intermunicipal del PP en Valencia reconcilia a Rajoy con su feudo
mayte alcaraz
O las encuestas se equivocan en Valencia y Madrid o estamos muertos». Quien habla con este dramatismo es uno de los expertos demoscópicos que trabajan para que el PP no pierda sus dos principales graneros de votos: las dos regiones que aportan a la hucha ... común de Rajoy nada menos que 39 de los 186 diputados que obtuvo en 2011. Sin esa argamasa le será difícil al PP mantener en pie una hegemonía de poder con peligro de demolición en las autonómicas y municipales del año próximo. Y lo que es más difícil, pasar el test definitivo de las generales tan solo medio año después.
La cúpula del PP es consciente de que el verdadero partido no se juega en las europeas, sino en el éxito o fracaso que se obtenga en sus dos feudos, tocados por los escándalos y la indefinición de sus cabeza de cartel. Además, en Moncloa se teme que los pulsos de poder que marcaron la elección de sus candidatos en Andalucía y el País Vasco pueda reeditarse en la Comunidad Valenciana y Madrid, lo que sería «letal», en palabras de un ministro de Rajoy.
Que en la primera región las alarmas se han disparado lo demuestra que el presidente del Gobierno se ha abonado esta semana al AVE que comunica Madrid con Valencia: viajará a la capital del Turia el próximo jueves 27 para entregar un premio de Turismo y volverá una semana después, el 4 de abril, para inaugurar la intermunicipal. No es casualidad, apuntan en el PP, que el presidente haya elegido esa Comunidad, diezmada desde el punto de vista de la imagen, para el inicio de la precampaña a las europeas. No se descarta, pues, que se dé a conocer en ese foro si es o no el ministro Arias Cañete el elegido como cabeza de cartel o, incluso, que salte la sorpresa con un nativo del lugar, Esteban González Pons. Ramón Luis Valcárcel, durante 19 años presidente de Murcia y una de las bazas seguras para esa lista, declaró a ABC que «no se descarta que se anuncie en Valencia pero el presidente del Gobierno tiene tiempo para decidirlo y no debe verse obligado a elegir candidato porque el PSOE lo haya hecho con Elena Valenciano».
Rajoy con Barberá
Lo cierto es que cuando Rajoy se encuentre el próximo jueves con la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, tendrá delante a la única dirigente autóctona con tirón electoral acreditado en ese territorio. Su compañero en el Gobierno regional, Alberto Fabra, con el que la regidora mantiene relaciones cordiales pero sin la afinidad que le unía a Francisco Camps, no ha sido todavía testado en las urnas aunque muchos creen que sería «el mejor» candidato, si la recuperación deseada es un hecho y el paro da una tregua a una Comunidad lastrada por más de medio millón de desempleados. Precisamente, la sombra de Camps, la imputación o procesamiento de un 10 por ciento del grupo popular en las Cortes y el desencanto de sus responsables por el inminente juicio -mediático donde los haya- de la Gürtel (afincada en Madrid y en Valencia) no ayudan a crear un ambiente de optimismo en el PP regional. Solo la alcaldesa, a quien pesan sus 24 años al frente del municipio pero que «está a disposición de Rajoy», sigue defendiendo la marca popular con garantías de éxito. Pese a ello, las encuestas que maneja Génova son preocupantes: en el Ayuntamiento el PP perdería la mayoría absoluta aunque se mantendría como primera fuerza, seguido de Compromis -que consumaría el sorpasso a la desacreditada marca del PSOE-PSPV- y con la formación de Cayo Lara, ganando terreno. En palabras de un dirigente popular valenciano «la izquierda antisistema va copando terreno, aprovechándose del "sistema" del que forma parte». O lo que es lo mismo, cargos institucionales dinamitan, según esa misma fuente, los cimientos de la democracia sufragados por las arcas públicas.
Pero a 300 kilómetros de esa región, las cosas no pintan mejor. Ni Ana Botella ni Ignacio González encabezaron la lista electoral hace tres años: ambos son tributarios de la marcha de sus «mayores», Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre, y nadie se atreve a garantizar que Rajoy los mantenga como «ticket» madrileño. No son pocos los colaboradores del presidente que le piden «un golpe de timón» para definir la estrategia que tiene que seguir el partido en Madrid, toda vez que perder la capital de España sería una suerte de antesala del fracaso a escala nacional. La tercera en discordia podía ser Aguirre, a la que algunos sitúan como la única dirigente que garantizaría la mayoría absoluta en el primer municipio del país, en poder del centro-derecha español desde 1991.
Y junto a los feudos valenciano y madrileño, otra Comunidad del PP vive en interinidad. Murcia va a mudar de responsable una vez que se consume la salida de su presidente camino de Bruselas. No obstante, la sucesión que soñaba Valcárcel, en la persona de Pedro Antonio Sánchez, se ha visto truncada por la imputación de su hasta ahora consejero. La opción de Alberto Garre es solo «de transición», según fuentes del Gobierno murciano.
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