Si las rampas hablaran...

Su entrada por la puerta principal del edificio fue seguida por decenas de periodistas, cámaras de televisión, fotógrafos y curiosos. Fue justo en ese instante cuando Munar le dijo a su abogado una frase irónica que con el tiempo se acabaría haciendo célebre: «De aquí, a Hollywood». Por desgracia, el destino de la exlíder de Unió Mallorquina (UM) acabaría siendo otro, la prisión provincial de Palma, en donde ingresó en julio del pasado año.

La proliferación de casos de corrupción en Baleares obligó a fijar comparecencias en los Juzgados incluso en días no lectivos, que son fechas en las que la puerta principal del inmueble permanece cerrada. Fue entonces cuando empezó a hacerse muy popular la entrada lateral, que incluye una rampa que conduce al párking descubierto. Por esa rampa —hoy famosa— han bajado o han subido algunos de los principales ex líderes políticos del PP o de UM, incluido el expresidente autonómico, Jaume Matas, y numerosos imputados por el «caso Nóos».

En este sentido, los dos momentos de mayor expectación mediática, hasta ahora, han coincidido con las comparecencias de Iñaki Urdangarín ante el juez José Castro, en febrero de 2012 y en febrero de 2013. Fue también entonces cuando empezaron a surgir todo tipo de anécdotas, algunas completamente verídicas y otras fantasiosamente inventadas, sobre cómo estaban viviendo los vecinos y los comerciantes de la zona todos estos hechos.

Se ha escrito, y es cierto, que un canal de televisión llegó a ofrecer hasta 2.000 euros por poder colocar una cámara en el balcón de la vivienda particular que ofrece la mejor perspectiva de la rampa de los Juzgados. También es verdad que el año pasado la dueña de la cafetería situada justo enfrente, de nombre «Es Suprem» («El Supremo»), decidió tapar en el toldo publicitario que adorna su local el logotipo de la marca de cerveza que promociona, al parecer porque la mujer consideraba que estaba haciendo una publicidad añadida de manera gratuita y sin percibir nada a cambio.

Más dudoso resulta, en cambio, que los bares y restaurantes de la zona obtengan mayores ganancias económicas esos días, pues si bien es cierto que de manera momentánea ganan como clientes a decenas de periodistas, también es verdad que pierden a otros posibles clientes a quienes agobian la presencia de tantos medios y también los estrictos controles por razones de seguridad.

Por lo que respecta a las personas que de manera regular se suelen concentrar para protestar en las fechas más señaladas del calendario judicial, no suelen ser tampoco muy proclives a hacer demasiado gasto, salvo en papelerías y tiendas de objetos de regalo, a juzgar por las pancartas, banderas, caretas, silbatos y bocinas que suelen utilizar en cada una de sus sucesivas manifestaciones.

Por lo demás, la mayor parte de los habitantes de Palma están siguiendo hasta ahora con una cierta distancia la polémica suscitada en torno a cómo accederá finalmente la Infanta Doña Cristina a los Juzgados centrales el próximo 8 de febrero. Más allá de la actual coyuntura judicial, los isleños no olvidan los beneficios de toda índole que ha reportado para la imagen y la proyección de Baleares la presencia de la Familia Real cada verano en Marivent.

Cuando faltan aún dos semanas para esa decisiva fecha, en las comparecencias programadas para este sábado está previsto que todos los testigos bajen o suban por la mítica rampa de piedra, quizás la más popular hoy de toda España.