El Rey recibe a 14 embajadores acreditados en España pero que residen en otro país

En esta ocasión, los embajadores que han acudido al Palacio de la Zarzuela son los representantes de Singapur, Namibia, Trinidad y Tobago, Tanzania, Jamaica, República Ruandesa, Islandia, Laos, Togo, Nepal, Benarús, Turkmenistán, Benin y Samoa. También se esperaba al de Níger, pero finalmente no ha acudido.

Siguiendo este nuevo formato, el Monarca, acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, recibió en el Salón de Audiencias a cada uno de los embajadores, que fueron anunciados por el Introductor de Embajadores. Tras entregar sus credenciales al Rey , los embajadores tomaron asiento y, al finalizar, Don Juan Carlos les dirigió unas palabras a puerta cerrada.

Igual que ocurrió en las últimas entregas de credenciales, en la ceremonia de esta mañana se suprimieron las carrozas, los caballos, los himnos, los acompañantes de los embajadores y las reuniones individuales, en las que Don Juan Carlos les daba la bienvenida y abordaba cuestiones puntuales bilaterales. La etiqueta habitual (frac y vestido largo) se ha sustituido por traje oscuro o el traje nacional de cada país, que eligieron los embajadores de Tanzania, Ruanda y Nepal.

La ceremonia tradicional de entrega de cartas credenciales de los nuevos embajadores, que se retomará cuando Don Juan Carlos esté plenamente recuperado de las operaciones, es el acto más protocolario y solemne de cuantos se celebran en España y, por lo tanto, muy largo de duración.

Según el protocolo habitual, los embajadores llegan de uno en uno al Palacio Real en berlinas de gala tiradas por seis caballos holandeses, con postillón, palafreneros, lacayos y cochero. A su llegada al Patio de la Armería se les rinde honores interpretando el himno nacional de su país. El Rey les recibe en el salón de Embajadores, donde los diplomáticos le entregan las cartas y le presentan a sus colaboradores y después se reúne en privado con cada uno de ellos. Habitualmente, Don Juan Carlos recibe a un máximo de cinco o seis nuevos embajadores en una sesión, que suele durar varias horas.

Como consecuencia de la convalecencia del Rey, en los últimos meses esta ceremonia ha sido sustituida por otra menos protocolaria y vistosa, pero que permite agilizar la entrega de las credenciales.