Barcina: «Antes de los tartazos nadie me había puesto la mano encima»

En los veinte minutos que ha durado su declaración como testigo , Barcina ha confesado que durante los años que ha ejercido responsabilidades públicas «nunca nadie me ha puesto la mano encima», y ha dicho que se sintió totalmente «sorprendida y desorientada» cuando vio venir a varios individuos hacia ella portando varias carpetas que ocultaban las tartas. «Me podrían haber dado los golpes que quisieran», ha expresado como muestra de esa vulnerabilidad.

Antes de Barcina han declarado los cuatro acusados de la agresión a Barcina , para los que la Fiscalía pide cinco años de cárcel. Se trata del que entonces era teniente de alcalde de la localidad navarra de Arruazu, Gorka Ovejero, y tres miembros del colectivo contra el tren de alta velocidad Mugitu!). Los cuatro han negado que el día 27 de octubre de 2011 se encontraran en Toulouse.

Tarta oculta en una carpeta

Aquel día, cuando Barcina participaba en una reunión de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, Ovejero, que portaba una tarta «oculta en una carpeta», se acercó a la presidenta navarra y, sacándola «de forma sorpresiva y de manera enérgica» se la estampó, según detalla el escrito provisional de acusación. «Inmediatamente después, mientras esta encontraba aturdida, Julio Martín e Ibón García se acercaron por detrás a la presidenta que estaba privada de toda visión como consecuencia del impacto de la tarta en los ojos y, utilizando el mismo procedimiento, estamparon las tartas que llevaban ocultas, en la cabeza», añade el Ministerio Público.

El colectivo «Mugitu!», que acudió a las puertas de la Audiencia Nacional a apoyar a sus compañeros , reivindicó el mismo día de los hechos la acción en un comunicado. Justificó la agresión en que «agradecían así los ímprobos esfuerzos que, como máxima responsable política de Navarra, estaba realizando (Barcina) para la imposición del TAV». Según afirmaban, la agresión era «una elegante manera de darle la bienvenida a su cargo de presidenta ».