terrorismo
«Kubati», militante de ETA: «Les voy a meter seis pepinos» (granadas)
El pistolero «Kubati», libre tras la liquidación de la doctrina Parot, amenazó desde prisión con atentados contra generales y «algún ministro»
j. pagola
En los 26 años que ha permanecido entre rejas, José Antonio López Ruiz, «Kubati», lejos de arrepentirse o renegar de la actividad terrorista, se ha mostrado como un militante activo de ETA. Solo en una ocasión sufrió un bajón y, en un artículo remitido ... al periódico «Egin», amagó con acogerse al derecho a la reinserción. La avalancha de críticas procedentes del resto de presos etarras y de los propios dirigentes de Herri Batasuna - «tú que ejecutaste a «Yoyes» por desertar- forzó a «Kubati» a rectificar y, desde ese momento, se abonó al sector más duro entre los duros.
En el juicio por el asesinato de Dolores González Katarain, «Yoyes», López Ruiz declaró que quien le había matado había sido ETA y como él se confesaba militante, asumía la responsabilidad de la acción. Una acción que justificaba porque la exdirigente de la banda, al abandonarla, había cometido «alta traición» . «Kubati», una vez en prisión, ha sido designado en diferentes ocasiones por la cúpula de la organización criminal como «interlocutor suplente» para hipotéticas negociaciones con el Gobierno . Ello, pese a no estar muy convencido de que había que dialogar con el Gobierno, al menos, si ETA no se sentaba en la mesa con una posición de fuerza para imponer sus reivindicaciones.
Primero «pegar», luego negociar
Así, tras el anuncio de la tregua que dio paso a las conversaciones mantenidas en Argel en 1989, esto es, cuando solo llevaba dos años en prisión, López Ruiz aseguró que «este paso que han dado es bueno, pero todavía no está maduro, hay que madurarlo más» . Estas afirmaciones formaban parte de conversaciones que mantuvo con su madre y un hermano, y que fueron interceptadas. «Yo no soy profeta, pero antes que termine ésto, tiene que caer, va a caer más de un cuartel, algún otro general, algún ministro si se puede, algún director de cárcel y algún funcionario» . En efecto, «Kubati» tenía obsesión por atentar contra casas cuartel de la Guardia Civil en busca de «ataúdes blancos» con los que presionar al Gobierno y desmoralizar a los agentes. En una carta remitida al cabecilla Santiago Arróspide, «Santi Potros», antes de ser detenido, López Ruiz le facilitaba una serie de cuarteles «fáciles de dar por su situación y que tenemos mirados: Ordicia, Legazpia, Durango, Tolosa y Elorrio». Y refiriéndose a uno de ellos anunciaba «les voy a meter seis pepinos» (granadas).
Mil cabinas telefónicas vigiladas
En la detención de «Kubati», el 26 de noviembre de 1987, participaron cerca de 1.600 guardias civiles que sometieron a vigilancia las mil cabinas telefónicas distribuidas por Guipúzcoa. Los agentes sabían que a las doce del mediodía el etarra iba a hacer una llamada desde una de ellas a un colaborador del «comando Goierri Kosta» . A la hora indicada, todo varón que utilizaba una de estas cabinas fue abordado y reducido limpiamente por agentes de paisano. Solo uno era el objetivo, «Kubati», que se acababa de introducir en una instalada en el centro de Tolosa.
«Kubati», militante de ETA: «Les voy a meter seis pepinos» (granadas)
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete