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Los trabajadores transfronterizos: los otros perjudicados de los asaltos
Cientos de personas se han visto afectados en los dos últimos días por los cierres parciales de las fronteras para impedir la circulación de personas ante las avalanchas de marroquíes
Los trabajadores transfronterizos: los otros perjudicados de los asaltos
Los asaltos que se están produciendo a las fronteras de Ceuta y Melilla por parte de grupos masivos de inmigrantes subsahariano s tienen su repercusión negativa en muchos ámbitos, uno de ellos en los cientos de trabajadores transfronterizos que todos los días cruzan las ... aduanas españolas.
Este sector de marroquíes se divide entre los porteadores de mercancías –que son aquellos que cruzan todos los días para comprar productos de primera necesidad y regresan a su país con los bultos sobre las espaldas– y los trabajadores llamados transfronterizos que están empleados en diferentes sectores.
Las historias son muchas pero todas ellas similares, ya que estos trabajadores se han visto afectados en los dos últimos días por los cierres parciales de las fronteras para impedir la circulación de personas ante las avalanchas de marroquíes.
«Teníamos verdadero miedo»
«Teníamos verdadero pánico, todo el mundo corría y yo me refugié detrás de un gendarme marroquí para que no me golpeara nadie», cuenta a Efe Fátima Alí, una de las centenares marroquíes que ejercen en Ceuta como empleadas de hogar.
Esta trabajadora, que lleva cuatro años empleada en una casa de la ciudad, no pudo cumplir con sus obligaciones laborales ni el lunes ni el martes a causa del cierre de la frontera. «Tuve que regresar a Castillejos –localidad distante 7 kilómetros de la frontera ceutí– porque no podía pasar, era un caos».
Otras muchas mujeres también optaron por darse la vuelta ya que la frontera marroquí estuvo cerrada desde las 7 de la mañana hasta pasadas las 9, en la que se produjo la concentración de inmigrantes subsaharianos en las playas.
«Se escucharon hasta tiros al aire y todo el mundo corría»Del mismo modo, Mohamed Abdelkader, que trabaja en Ceuta en el sector de la construcción, tampoco pudo cruzar en esos dos días. « Los inmigrantes se agolpaban en la frontera , se escucharon hasta tiros al aire y todo el mundo corría», nos afirma a Efe después de entrar en Ceuta por la aduana del Tarajal.
Mohamed Abdelkader nos afirma que siguió la evolución de los acontecimientos detrás de un vehículo. «Los inmigrantes no paraban de gritar y los militares y los gendarmes les pedían que se fueran», nos afirma.
La Gendarmería marroquí, cuando se producen situaciones de asaltos masivos a la frontera, suele cerrar la aduana para impedir que puedan resultar heridas las cientos de personas que cada día entran y salen de Marruecos en dirección a Ceuta.
Paso de 20.000 personas diarias
La aduana del Tarajal en Ceuta está considerada una de las de mayor tránsito de la Unión Europea al soportar el paso diario de más de 20.000 personas y una cifra superior a los 2.500 vehículos cada jornada .
Juan López, un empresario ceutí del sector de la electrónica, dice a Efe que estas avalanchas también repercuten en la actividad comercial de la ciudad, sobre todo en esos días donde muchos marroquíes se ven privados de poder cruzar la frontera.
Ayer, sin embargo, hubo una «tregua» en Ceuta, aunque no así en Melilla. Estos trabajadores son, sin duda, los otros «perjudicados».
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