Bárcenas presionaba a alcaldes del PP para que amañaran contratos

Las presiones fueron muy significativas en el caso de Boadilla del Monte (Madrid). En enero de 2005, Bárcenas llamó por teléfono al entonces alcalde, Arturo González Panero, y le pidió que adjudicara a Hispánica el contrato de mantenimiento de las calles del municipio : 24 millones de euros en ocho años. Así lo confirman a ABC fuentes del equipo de Gobierno de Panero, que el próximo 16 de julio declara en la Audiencia Nacional por su imputación en el caso Gürtel.

Cuando se produjo esa llamada, el informe de los técnicos ya estaba terminado. Hispánica era la penúltima de ocho licitantes. El exregidor se negó a las pretensiones de Bárcenas, que acumuló una extraordinaria fortuna mientras trabajaba para el PP. Inmediatamente después, entró en escena Francisco Correa, el cabecilla de la trama Gürtel , que, según el entorno de Panero, ofreció dinero a cambio de que Hispánica ganara el contrato. Bárcenas era sabedor de las maniobras de Correa, tras las cuales volvió a preguntar a Panero por Hispánica. Sólo unos días después, el 3 de febrero de 2005, el contrato fue adjudicado a la empresa mejor valorada, Liquas.

Por contra, Hispánica sí obtuvo el mantenimiento de las calles de Pozuelo, Majadahonda, Arganda del Rey y Alcalá de Henares. Los alcaldes que gobernaban dichos municipios - Jesús Sepúlveda, Guillermo Ortega y Ginés López - están imputados en el caso Gürtel, salvo el de Alcalá, Bartolomé González. Un funcionario del ayuntamiento alcalaíno declaró ante el juez Garzón que le «obligaron» a manipular el concurso en favor de Hispánica.

Ya en 2006, Gerardo Galeote, exdiputado del PP en el Parlamento Europeo e imputado en el caso Gürtel, llamó a Arturo González Panero y lo convocó a una cita en la sede de la calle Génova con Luis Bárcenas y con el tesorero del partido, Álvaro Lapuerta. En la reunión, los mandamases de las finanzas del PP expresaron su malestar porque no se le había dado el contrato a Hispánica , una empresa que, dijeron, «ayudaba al partido».

Nueva reunión en Génova

A mediados de año se produjo una nueva reunión en Génova, a la que asistieron Bárcenas, Lapuerta y Panero. Llevaba la voz cantante Bárcenas, que no quería dejar escapar otro contrato , el más importante de la historia de Boadilla del Monte: la construcción del Parque del Deporte y la Salud, con un presupuesto de 30 millones de euros. Bárcenas pidió que esa obra fuera adjudicada a dedo a la constructora Bruesa, que había «ayudado» en la reforma de una sede regional del partido y que aparece en la pieza separada de los llamados «papeles de Bárcenas». Lapuerta repetía a Panero que «todos tienen que ayudar un poco».

Solo unos días después de esta cita saltó el escándalo del «Eivissa Centre», en el que Bruesa fue acusada de pagar sobornos a cargos del PSOE en Ibiza a cambio de contratos. Según un exconcejal de Boadilla, este hecho «liberó» a Panero de seguir las instrucciones de Bárcenas . Bruesa ya había sido implicada en el caso Roldán y, más recientemente, en la condena por prevaricación a la número dos del PSOE de Madrid, Trinidad Rollán, por beneficiar a dicha constructora.

Paradójicamente, el contrato del Parque del Deporte fue a parar a manos de Constructora Hispánica después de una polémica valoración por parte de la Concejalía de Deportes del municipio madrileño.

Según fuentes del PP, Bárcenas y Lapuerta repitieron estas presiones en varios municipios de otras comunidades autónomas. En lugares como Castilla y León quien solía hacer las llamadas en nombre del tesorero era Jesús Merino, que dimitió como diputado por Segovia tras ser imputado en el caso Gürtel por el cobro de comisiones a cambio de contratos.

Fuentes consultadas por ABC sostienen que algunos alcaldes se cuadraban ante la llamada de turno de Bárcenas. «No te amenazaban, sólo sugerían que estaría bien que tal empresa ganara el concurso».