La huida hacia adelante de Bildu

Así lo interpretan fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por ABC que creen que tras fracasar en su intento de establecer una mesa de negociación en Noruega, ETA y la «izquierda abertzale» van a apurar todavía más sus desafíos. La banda incluso podría amagar con la posibilidad de volver a la actividad terrorista. Todo ello, de cara a abrir fisuras en la firmeza que hasta el momento está manteniendo el Gobierno, que no está dispuesto a hacer ninguna concesión a ETA, desde luego hasta que no se disuelva y entrega las armas.

Los mismos medios descartan, a día de hoy, que la banda criminal opte por reanudar los atentados, ya que ni operativamente está preparada para llevar a cabo una campaña terrorista sostenida en el tiempo, ni la «izquierda abertzale» le secundaría porque sería inmediatamente ilegalizada, cuando ahora controla importantes instituciones. Los expertos creen que si el Ejecutivo se mantiene en su actual actitud de firmeza, ETA acabará por disolverse, si bien «venderá su decisión ante los suyos como solo ellos saben».

En cualquier caso, los últimos mensajes de los dirigentes de Bildu sí pueden entenderse como respuesta a la llamada de la banda para que no se acomoden en sus actuales puestos institucionales y acaben por convertirse en un partido convencional. Para ello, tanto la portavoz de Bildu en la Cámara de Vitoria, Laura Mintegi, como el dirigente de Aralar, Patxi Zabaleta, han llegado incluso a traspasar las líneas rojas que trazó el Tribunal Constitucional cuando legalizó Sortu: podrían ser ilegalizados de nuevo -advertía en la sentencia- si, por ejemplo, menosprecian a las víctimas del terrorismo. Algo que parece haber hecho ahora la primera cuando alude a «presos políticos», y Zabaleta cuando afirma que los asesinos de ETA son «idealistas» que merecen la dignidad del reconocimiento.