Pedro Sánchez ofrece ahora pactos de Estado para lograr el apoyo de PP y Cs tras el 10-N

Copiando el compromiso planteado por Albert Rivera de formar un Gobierno con Pablo Casado en el plazo de un mes, Sánchez plantea que tras la constitución de las Cortes el 3 de diciembre «será posible convocar un pleno de investidura en la segunda quincena de diciembre» para que el Gobierno esté a pleno rendimiento antes de fin de año.

El planteamiento de no depender de las fuerzas independentistas vuelve a colocar a Unidas Podemos, Ciudadanos y PP como receptores de esta oferta. A los de Pablo Iglesias , a los que sigue rechazando para un Gobierno de coalición intenta atraerlos bajo el paraguas de un Ejecutivo «progresista».

Mientras, PP y Cs son el objetivo con una propuesta de pactos de Estado. Pablo Casado ya ofreció pactos de Estado a Sánchez si la legislatura se ponía en marcha tras el 28 de abril. Y Albert Rivera ha girado su estrategia para hacerlo ahora. Entre estos pactos destaca el de defensa «de la Constitución y de la integridad territorial para asegurar una respuesta unitaria frente a cualquier tentativa unilateral de ruptura del orden constitucional».

También se plantea un acuerdo para «un nuevo Pacto de Toledo» que garantice «su blindaje» en la Constitución y actualizándose conforme al IPC. Plantea además un acuerdo de financiación autonómica y local y de lucha contra la despoblación.

Un elemento relevante es el pacto contra el bloqueo . Aunque se trata de una reforma constitucional que solo entraría en vigor para el futuro, Sánchez plantea un cambio legal que garantice la investidura del presidente tras las elecciones. La reforma tendría dos pasos, siguiendo el modelo vigente en País Vasco o Asturias . En primer lugar se contemplaría que gobierne «el candidato con más apoyos parlamentarios». Y de no lograrse esos apoyos «y solo en ese caso» sería investido el candidato de la fuerza más votada.

El PSOE propone además aprobar el techo de gasto en la segunda quincena de enero y se compromete a presentar el proyecto de Presupuestos en el primer trimestre de 2020. Propone además seis medidas para impulsar en el primer semestre:

-Iniciar el proceso para universalizar la educación infantil de 0 a 3 años.

-Modificación de hasta once leyes en el ámbito de la protección de la infancia

-Ley de muerte digna y eutanasia.

-Reforma del Código Penal en materia de delitos sexuales.

-Ley de cambio climático y transición ecológica

-Ley de plásticos de un solo uso.

Sánchez despliega una estrategia envolvente en la cual reclama apoyo y acuerdos a Podemos, PP y Ciudadanos. Pero a la vez en los actos de partido se explaya en los ataque contra ellos. Hoy en un acto en el municipio de Alcorcón ha vuelto a hablar de «la derecha y sus tres siglas» y ha vuelto a acusar a Pablo Iglesias de promover el «trampantojo» de una gran coalición entre PSOE y PP como forma de ocultar las veces que ha votado contra su investidura.

«No tenemos nada que ver con esa gente», ha dicho Sánchez sobre un acuerdo con Ciudadanos. Constatando que nunca ha sido su voluntad acordar con Albert Rivera. Sánchez plantea las elecciones de nuevo como un plebiscito. Si en abril era «avanzar o retroceder», ahora es «o bloqueo o avance», ha dicho hoy. En el bloqueo hay «una sopa de siglas a izquierda y derecha» y en el avance solo estaría el PSOE. O yo o el caos.