Kant, Trinidad Jiménez y otros gazapos electorales cuando aún no ha comenzado la campaña

El error más polémico de la precampaña lo protagonizó Juan Carlos Monedero , que acusó a Albert Rivera de consumir drogas. «Le noté como eso que a veces te pasa, como que has hecho algo y estás muy excitado» , acusó Monedero, que todavía fue más allá en sus insinuaciones al decir: «Es que no vamos a ser de tiro largo» . Después, tuvo que pedir perdón al líder de Ciudadanos. «Él me llamó delincuente, que me brinde también disculpas», dijo.

También Pablo Iglesias ha visto cómo se le ha vuelto en contra su argumento. Esta vez, el utilizado para ilustrar las puertas giratorias en el debate a tres de este lunes. En concreto, acusó a Trinidad Jiménez y Felipe González de ostentar cargos en Consejos de Administración de varias empresas. En el caso de la exministra, según confirmó a ABC, « lo que dijo Pablo Iglesias es mentira ». Una cosa es que tenga «ofertas» de esa compañía –algunas fuentes dan por seguro que estará en el Consejo asesor internacional de la compañía y otras, que empezará a estudiar en enero próximo, cuando pasen las elecciones–, y otra que esté a sueldo ya de la mayor multinacional española. En el caso del expresidente, tampoco forma parte ya de ningún Consejo de Administración.

El líder de Ciudadanos tampoco se libra de la polémica. Fue en su debate junto a Pablo Iglesias organizado en la Universidad Carlos III de Madrid donde defendió la importancia de estudiar a Kant y su obra, aunque fue incapaz de citar ningún título suyo . En el auditorio la risa fue general y Rivera no sabía dónde meterse. Iglesias, por su parte, recomendó «Ética de la razón pura», en lugar de «Crítica de la razón pura», el verdadero nombre de la obra más famosa de Kant.

Entre las anécdotas, también cabe destacar la que se convirtió en el momento más comentado del partido del Real Madrid contra el Shaktar desde que Mariano Rajoy acudiera a COPE con su hijo para comentarlo . El retoño de Rajoy fue preguntado por Paco González sobre qué le parecía la narración de Manolo Lama en el «FIFA», el popular videojuego de fútbol, y la contestación fue sorprendente: «Me parecen bastante mejorables, por no decir que son una basura». El atrevimiento del hijo de Rajoy puso en un pequeño aprieto a su padre, que no tuvo más remedio que calmar el impulso de su vástago con una doble colleja .