Alberto Garzón aspira a jugar el papel de la CUP, un partido pequeño pero «determinante» en Cataluña

Garzón ha dedicado la primera mañana de la campaña electoral a presentar el libro 'Desmontando el régimen' de Gonzalo Boye e Isabel Elbal en la librería madrileña Rafael Alberti, un día después de que el CIS otorgase a IU una predicción de 3-4 escaños y un porcentaje del 3,6 por ciento.

Garzón ha señalado las encuestas como un instrumento que proporciona «información útil», pero cree que «hay que observar las tendencias». Para la campaña, ha asegurado que su organización «no cambiará su discurso» y no dejará un segundo de «hacer pedagogía» para transmitir su mensaje.

Además ha celebrado la valoración que hacen los ciudadanos de él como candidato, situándole como el segundo mejor valorado, aunque ha explicado que el objetivo es «convertir esa valoración positiva en votos» para lograr una posición clave en el Parlamento que les permita forzar «una transformación real» en el país.

«Tenemos el ejemplo de la CUP, que es determinante sin ser la fuerza más votada. Eso podría ocurrir en un Parlamento muy fragmentado», ha emplazado reconociendo que su «preocupación» es la posibilidad de que Mariano Rajoy pueda repetir como presidente del Gobierno con el apoyo de Ciudadanos.

Para hacerle frente, IU-Unidad Popular trabajará durante los próximos 15 días «sin mirar de reojo» las encuestas y defendiendo su programa. «Nosotros no nos disfrazamos, no hacemos un ejercicio de camuflaje», ha insistido convencido de su capacidad para «dar la sorpresa».

Pero además, ha vuelto a criticar al resto de partidos por su viraje al centro. «Lo fácil es no mojarse», ha censurado reiterando que IU «se moja y toma partido» a favor de las clases populares y «en contra de la oligarquía».