Los gallegos dejan fuera a C’s, que constata su irrelevancia

Ni el apoyo constante de la cúpula de Madrid ni los viajes de Albert Rivera para arropar a la candidatura sirvieron para que la periodista Cristina Losada obtuviera el acta de diputada. Ciudadanos no franquea la barrera electoral del 5%, el «equilibrio inducido» que la Cámara fijó para evitar la atomización del legislativo. Por eso fue Losada la que, en la valoración de resultados, se apresuró en tildar la ley electoral como «injusta y obsoleta» .

El diseño de la campaña, errático y defectuoso desde el primer momento, imposibilitó llevar a término el objetivo que los de Rivera se habían marcado. La llamada «estabilidad» con «cambios» , con reformas que obligaran a la mayoría simple del PP a forzar incluso el cese de Manuel Baltar en Orense no será posible . Por provincias, ni siquiera la previsión de los buenos resultados en los territorios atlánticos sirvió para que los naranjas consagraran una «pica en Flandes», en palabras del propio Rivera, a este lado de la Península. La provincia de La Coruña brindó a Losada un 3,28% de los sufragios , algo más si se cierra el foco sobre la ciudad herculina, con un 4,29%.

Fue allí donde la dirección de campaña identificó uno de los graneros de voto clave, pero se quedó a más de 2.000 votos de la cuarta fuerza política en la urbe, en este caso el BNG. Pontevedra tuvo un comportamiento muy similar, con un 3,85% de las papeletas. El área metropolitana más importante de la autonomía, Vigo, dio más apoyos , un 4,79%, que la provincia en la que se presentaba la candidata, Cristina Losada. Aunque en Lugo y Orense no se esperaban grandes alardes, en territorio lucense se quedó con un pobre 2,73%. Orense castigó a C’s con el quinto lugar.