Una larga ruta desde Port Camargue hasta Saint-Malo para participar en la Route du Rhum

El Class40 «HBF – Refost´Action» debía estar listo para salir el 1 de octubre. El primer objetivo se ha alcanzado tras una temporada mediterránea muy ajetreada (8 regatas, incluidas 4 victorias) y una última revisión en seco esta semana. "Esperamos tardar dos semanas, con posibles paradas en boxes. Va a depender del tiempo, pero el 15 de octubre no deberíamos estar lejos de Saint-Malo. Es el momento adecuado para salir, ya es hora porque se acerca", Kito está deseando estar en la dársena de Vauban de la ciudad de los corsarios dentro de tres semanas a más tardar, para la apertura de la villa de la mítica regata transatlántica el 25 de octubre.

"¡He navegado esta ruta entre Port Camargue y Gibraltar al menos cien veces!” Kito de Pavant ha participado en varias regatas oceánicas en las costas del Atlántico y del Canal de la Mancha durante los últimos 20 años. Vendée Globe, Route du Rhum, Transat Jacques Vabre u otras regatas transatlánticas y de vuelta al mundo, para el navegante mediterráneo afincado en Port Camargue, todas comienzan cada vez con un largo viaje de transporte, como un ritual. Primero, esperar la ventana meteorológica adecuada para cruzar el Mediterráneo -el Golfo de León, luego el Mar de Alborán-. Luego, pasar por el Estrecho de Gibraltar, con sus vientos, corrientes y tráfico. No es el viejo mono al que se le enseña a hacer caras", relativiza Kito. Sólo hay orcas... pero normalmente en esta época del año no hay más en el lado de Trafalgar. A continuación, navegarán alrededor de la Península Ibérica, evitando el viento del norte en el Atlántico -el principal viento a lo largo de Portugal- antes de entrar en el Golfo de Vizcaya con buenas condiciones. "Evidentemente, en octubre se hace raro navegar desde el cabo de Finisterre hasta Ushant, y no hablo de la lluvia...", ríe el sureño. Finalmente, para rodear la punta de Bretaña y llegar a Saint-Malo. 2000 millas, ¡sólo eso!

"Nos estamos tomando nuestro tiempo, estamos preparando". Para Kito de Pavant, estos viajes de transporte son como una primera etapa que también le permite aclimatarse: "Es lo único importante que tenemos que hacer y conseguir antes de la salida. El barco tiene que llegar en buenas condiciones a Saint-Malo, hay un largo camino que recorrer y pueden pasar muchas cosas, como en cualquier otro barco. La ventaja es que dejamos el sol del Mediterráneo y llegamos al invierno bretón. Poco a poco nos vamos acostumbrando a las condiciones que tendremos en la salida de la Route du Rhum. Nos estamos tomando nuestro tiempo, nos estamos acomodando" .

Una formalidad, y no menos importante, una última casilla que marcar antes de la salida, como una primera victoria. "Estamos muy serenos. He hecho esta ruta entre Port Camargue y Gibraltar al menos cien veces. Estamos dentro del plazo que habíamos previsto. El único estrés que tengo, como siempre, es no olvidar nada, como el pan o un enchufe para recargar no sé qué...".