Alcaraz, un viaje fulgurante a las alturas

El español cumple 365 días de crecimiento explosivo, de Umag en 2021, al que llegó como 73 del mundo, a Umag 2022 del que sale como número cuatro

Alcaraz cede la corona de Umag ante un Sinner superior

Carlos Alcaraz Reuters

01/08/2022
Actualizado a las 09:46h.

Sonríe a medio gas Carlos Alcaraz en la tierra batida de Umag, cedida la corona en 2022 después de que hace justo un año asomara con este título en el planeta tenis, su primer trofeo ATP, con 18 años, 2 meses y 14 días, ... 73 del mundo. Se esperaba algo grande de este talento muy bien trabajado en Murcia y después en Villena, de la mano de Juan Carlos Ferrero, y se encargó de cumplir las expectativas a toda velocidad: ese primer mordisco en Croacia y cuatro más, con mucha más solera, en este 2022: ATP 500 de Río, Masters 1.000 de Miami, Barcelona y Mutua Madrid Open. Ha pasado solo un año, pero aquel Carlos Alcaraz que se asomaba con buenas maneras, es hoy cuatro del mundo. Puesto de categoría y galones de peso, aunque las gradas hayan adoptado el Carlitos como modo para animarlo.

Hay capacidad, genialidades y carisma. Arrastra al público con su forma de ejecutar los mil y un recursos que tiene en la mano, y con esa sonrisa y brazos al aire cuando crea puntos inverosímiles. Con ellos despuntó en 2021, en el Mutua Madrid Open para empezar, donde celebró su 18 cumpleaños frente a Rafael Nadal. Hubo un regalo contundente del balear (6-1 y 6-2) del que tomó buena nota. Ya en julio, en Croacia apuntaló esta trayectoria y este cariño, y explotó con la grada en un escenario idóneo para la ocasión: el US Open, donde el espectáculo se da en la cancha y en todo lo demás.

Ahí, en ese partido de tercera ronda contra Stefanos Tsitsipas, que era 3 del mundo, el planeta tenis comenzó a familiarizarse con este joven de Murcia cuyo nombre pronunciaba algo así como 'Alcaráss'. Fue una victoria (6-3, 4-6, 7-6 (2), 0-6 y 7-6 (5)) de puesta de largo que no se ha olvidado todavía en Flushing Meadows, que esperan que se repita en esta edición 2022 (del 29 al 11 de septiembre), y que impulsó al español porque ya se vio con capacidad para afrontar las grandes pistas, los grandes rivales.

Desde ese septiembre, las semifinales del ATP 500 de Viena, título de Maestro joven (menor de 21 años) y dentro del top 50. Y esto solo era un aviso.

En este tenis a la velocidad de la luz que se ha instalado en los últimos años, Alcaraz ofrece potencia pero también versatilidad, y un golpe que había quedado de último recurso y que él ha devuelto al escaparate: las dejadas. Pero también ofrece esa madurez que quizá faltaba en otros tenistas jóvenes que despuntaban. Umag y esa tercera ronda del US Open no fueron chispazos de genialidad, sino los primeros escalones de una ascensión a la zona noble rápido y convencido.

En 2022, cambio físico, mental y la confirmación. En los siete primeros torneos, los cuatro títulos, una tercera ronda (Abierto de Australia), una semifinal (Indian Wells). En el boletín de notas, guarismos sobresalientes: el segundo mejor del año, solo por detrás de Rafael Nadal; 42 victorias y 7 derrotas; 27 y 4 en tierra batida, más finales que nadie (6), y 75-25 en total. Y álbum de recuerdos como conquistar un título (Miami) que ningún español había ganado o vencer a Nadal y Novak Djokovic de forma consecutiva (en Madrid).

Pies en la tierra

En esta carrera supersónica, también ha habido espacio para la prudencia y para entender los límites. De palabra, el murciano se atrevía con todo, convencido tras triunfar en Miami que estaba preparado para ganar un Grand Slam este curso, pero su entorno siempre ha intentado anclar sus ilusiones al suelo. En este 2022: resbalón en el estreno en Montecarlo, derrota en la final de Hamburgo hace siete días ante Lorenzo Musetti (6-4, 6-7 (6) y 6-4) y derrota ayer ante Jannik Sinner en la final de Umag (6-7 (5), 6-1 y 6-1). En los grandes, cayó en cuartos en Roland Garros contra Alexander Zverev y en octavos contra Sinner en Wimbledon. Lecciones. Pero está cerca el US Open, que se adapta de maravilla a su tenis y a sus ambiciones. Hace apenas un año ganaba a Tsitsipas y alcanzaba los cuartos, siendo un Alcaraz (55 del mundo) que nada tiene que ver con el de hoy, el sexto tenista más joven en alcanzar la cuarta plaza, tras haberlo conseguido antes Andre Agassi, Bjorn Borg, Boris Becker, Nadal y Mats Wilander.

La idea es seguir la escalada; gestionar la presión de defender lo conquistado en 2021, pero con opciones de subir más plazas. Con 19 años y dos meses.