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Mutua Madrid Open

Rayo de esperanza para Djokovic

El serbio, mejorado ayer ante Nishikori, trata de acercarse al jugador total que fue

Novak Djokovic De San Bernardo
Enrique Yunta

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Lo primero que llama la atención de este Novak Djokovic es su cuerpo, aparentemente más delgado, incluso con pinta de tirillas ya que no luce tanto músculo en los brazos. Es otro tenista, un jugador muy diferente a aquel depredador que hizo lo ... que quiso con todo aquel que se le puso por delante, tan superior que su gobierno parecía interminable. Pero, así es la vida, se le apagaron las luces por una lesión en el codo derecho y también le devoró la ansiedad, saciado una vez cerró el círculo con la conquista en París de los cuatro grandes y sin respuestas desde hace ya casi dos años. Fue dando bandazos, se puso a trabajar con Andre Agassi y Radek Stepanek después de finiquitar a su equipo de toda la vida y, desesperado, reculó para volver hace algo más de un mes con Marian Vajda, el técnico que mejor le soporta. Con todo, no pasó recientemente de octavos en Montecarlo (derrota ante Dominic Thiem) y solicitó una invitación al Godó para luego perder en su estreno ante el 140 del mundo (Martin Klizan), pero ayer, en el Mutua Madrid Open, encontró un rayo de luz al vencer, y con buena nota, a Kei Nishikori (7-5 y 6-4), una primera ronda que hace nada podría haber sido una final y de las gordas. « Es justo lo que necesitaba », reconoció el serbio, oxigenado y con un tenis, por momentos, bastante aseado. El monstruo, ahora 12 del mundo, quiere despertar.

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