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Cilic, nuevo rey de Nueva York
El croata vence a Nishikori en la final del US Open y firma su primer Grand Slam
Cilic, nuevo rey de Nueva York
Era una final atípica. Los que tenían que romper su límite y atacar la hegemonía de los cuatro fantásticos por fin rompían las cadenas de la tradición. Kei Nishikori y Marin Cilic apartaron a Novak Djokovic y a Roger Federer y lograron imponer su criterio. ... La nueva generación la lidera Cilic, al coronarse en Nueva York por 6-3, 6-3 y 6-3.
Con un tenis agresivo y potente, el croata se deshizo de Federer con una contundencia que evidenciaba su gran paso hacia delante. Físico, moral, psíquico, de saque. Con ese golpe se mantuvo impertérrito en sus juegos, lo que le dio la oportunidad de atacar al japonés al resto. Aprovechó la pesadez de piernas que Nishikori ya había planteado ante Djokovic y que alargó en la primera final de un asiático en un grande. El pupilo de Goran Ivanisevic se metió dentro de la pista para abordar el primer set con dos breaks a base de palos y de buenas recuperaciones cuando el revés de Nishikori hacía de las suyas.
Ambos se estrenaban en un escenario de tan gran calibre, pero el croata arrolló en plan campeón también en el segundo parcial, aunque le tembló la mano a la hora de terminarlo. No es fácil ganar y lo sintió en sus manos, al cometer una única doble falta por los siete saques directos en el segundo 6-3. Lo logró al resto, merced de un japonés que no se encontró cómodo corriendo desde el fondo de la pista y menos en la red. Así de fino y confiado estaba el croata, así de pesado su rival.
El número 16 del mundo pareció perder el norte al inicio del tercer set. Quizá la victoria estaba tan cerca que se le nublaron las ideas. Pero apenas le duró dos puntos, los que levantó para evitar la rotura y seguir ampliando su cuenta de saques directos.
No quiso Cilic dar alas a Nishikori, ni espacio para que encontrara su mortífero revés. Lo hizo desde el servicio, intentando no ofrecer demasiadas ventajas con su segundo saque. Cilic parecía tener prisa por ganar. Todos sus movimientos para recoger la toalla, secarse o ir al banco a descansar y salir de él eran enérgicos, con la adrenalina de quien está a punto de descubrir un nuevo mundo, un nuevo sabor, muy dulce.
Solo cuando Nishikori adelantó un pie dentro de la pista pudo poner algo de presión en su rival, pero las piernas del croata se multiplicaron por mil para llegar a todos los ataques japoneses. En apenas hora y media, el 16 del mundo, que entra el lunes en en el top ten, lideraba el partido por dos sets y 3-1. Un break arriba que le dio aún más impulso a su tenis.
Templó su cabeza para centrarse en sus saques y mantener la diferencia que le hacía campeón. La grada pedía más final ya que los protagonistas no eran los de siempre. Y se animó Nishikori trabajándose tres puntos de break. Cilic aprovechó sus dos metros de altura para desbaratar las opciones de rotura y soltar toda la adrenalina en un grito cuando se marchaba a descansar a un juego de su mayor victoria hasta el momento. Lo intentó al resto, pero el japonés lo evitó. No hubo nervios en el palco del croata, con dos buenos servicios orientó el juego hacia la victoria con la misma tranquilidad con la que apeó a Berdych y a Federer. También a Nishikori, exhausto ante un Cilic descomunal que aprovechó la segunda bola de partido. La primera se diluyó en una doble falta en busca del punto definitivo. El revés cruzado le hizo campeón.
Marin Cilic es el nuevo rey de Nueva York en este año atípico en el que el los tenistas en la sombra han salido a por todas. Wawrinka, en Australia; Cilic, en el US Open. El tenis cambia el rumbo.
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