trofeo conde de godó
Almagro agranda la herida de Nadal
El murciano logra su primera victoria contra un balear inestable (2-6, 7-6 y 6-4) y accede a las semifinales del Godó
e. yunta
Entre gritos y suspiros, una tarde de viento, puños cerrados y nervios a flor de piel que consagra a Nicolás Almagro, quien por fin puede con Rafael Nadal en una victoria que perseguía desde 2004 y que llegó en el escenario más inesperado. Fue en ... Barcelona, territorio fetiche de Nadal, y después de un partido tremendo en donde el murciano se impuso por 2-6, 7-6 (5) y 6-4. Accede a las semifinales del Trofeo Conde de Godó y agranda las dudas del número uno del mundo, eliminado una semana antes en Montecarlo en la misma ronda.
En la sobremesa, negociando los cambios de luz y el ímpetu de Almagro, Nadal competía a favor de la estadística, con un balance de 10-0 en el cara a cara contra su enemigo. Pero ese cero ya no existe y lo celebró con furia Almagro, un tenista peligrosísimo cuando las cosas le van como a él quiere. [Narración y estadísticas]
Por mucho que Almagro propusiera cosas, nunca encontraba el camino, superado por todas partes y únicamente capaz de conseguir hasta la fecha dos parciales en todos esos partidos. Almagro, especialista consumado en tierra, se ahogaba en sus propios errores y desaprovechaba las mínimas concesiones del rey.
De hecho, parecía una tarde de tantas, la rutina de siempre en estos choques. Sólo hay un grito de emoción de Almagro durante la primera etapa y llegó en el despertar, cuando rompió el saque de Nadal justo después de entregar el suyo en el saque inicial. A partir de ahí, un set sin demasiada lucidez en donde hablan los datos. Almagro concluye con quince errores en el primer set y Nadal sólo con tres, demasiada diferencia.
A partir de ahí, Almagro compitió contra Nadal y además le torturaron sus propias dudas, aunque tuvo un poco más de tenis en la segunda manga y se sobrepuso en esa montaña rusa de emociones y bramidos hasta llegar al tie break. Se conjuraba mirando a su banquillo mientras Nadal desperdiciaba cinco pelotas de break, un lastre durante toda la tarde.
Almagro tomó la iniciativa a base de palos y adquirió una ligera ventaja para seguir con vida. Su problema, como el de todas las tardes anteriores, era que se medía a Nadal, pero esta vez gestionó bien la situación límite y se apuntó con justicia el set. Todo nivelado, vuelta a empezar y con Almagro desenfrenado.
Enmudeció la central cuando corrió la noticia de la muerte de Tito Vilanova , pero Nadal y Almagro continuaron con la pelea, tremenda en un tercer set de cambios inesperados. Se adelantó Nadal con un break a favor que pronto niveló Almagro y el murciano, encendido y por fin centrado, pasó a ser el dueño y señor de la pista. En el marcador, 4-3 y saque para acercarse a un triunfo que perseguía desde 2004.
Enloqueció por completo el partido porque Nadal parecía que, una vez más, salía con vida de una situación imposible cuando rompió a Almagro para igualar a cuatro, pero luego patinó de forma imprevisible. Con 5-4, ya sí, Almagro se sintió en la gloria y tuvo la capacidad de templar cuando parecía atrapado. Ganó a Nadal, por fin puede decirlo, y deja a Barcelona sin su gran campeón. Al líder de la ATP, que llevaba once años sin perder en el Godó, se le escapan 410 puntos y ya sólo puede pensar en el Mutua Madrid Open.
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