El gran desafío de la otra España

España es la mejor potencia del siglo XXI, pero inevitablemente se devalúa porque sus cuatro primeros jugadores del ranking no están. Rafa Nadal, a vueltas con su espalda, ya sabía que descansaría en Mallorca más allá de su último problema físico y David Ferrer también ha pedido una tregua. Nicolás Almagro y Tommy Robredo no están en la convocatoria y el capitán, sin experiencia en el banquillo, recurre a la otra España, expuesta ante lo desconocido.

Debutan Roberto Bautista en individuales después de su éxito en Australia y David Marrero en el dobles, dos nombres sin tirón mediático, pero muy bien valorados dentro del equipo y con recorrido. Y regresa al ruedo Feliciano López, artista ausente desde la final de Sevilla de 2011 y número uno de la otra España. La convocatoria la completa Fernando Verdasco, que ahora vale por dos. «Hay equipo y muy bueno, estoy encantado con lo que tengo», defiende Moyá en un derroche interminable de positivismo. España necesita de esa energía.

Moyá, tan pronto asumió que Alemania apostaría por suelo rápido y a cubierto, y resignado porque daba por hecho que los mejores antepondrían su calendario a esta primera ronda de la Davis, confeccionó un equipo distinto en función del estado de forma y de las sensaciones. «Ya no tenemos los problemas de hace 15 ó 20 años. Y las pistas rápidas no son lo que son ahora», relata el capitán, muy cercano en el trato con sus chicos.

«El español moderno ya sabe lo que es jugar en estas pista y no me preocupa mucho que sea más o menos rápida. Si a Feliciano López le pides que juegue un partido a vida o muerte, sería en esta superficie. Bautista juega genial aquí porque es diferente a lo que conocemos y Verdasco y Marrero también han demostrado que se adaptan perfectamente. Encima, ellos han puesto la superficie que creen que no nos beneficia y eso es un síntoma importante que tenemos que aprovechar», constata.

Abre Roberto Bautista, debutante en la competición, encargado del prólogo y del desenlace en la eliminatoria. El castellonense, 52 del mundo y subiendo, se mide este viernes a Philipp Kohlschreiber (14 horas, TDP) y a continuación jugarán Feliciano López y Florian Mayer. Tommy Haas, con problemas en el hombro, se reserva para el dobles junto a Daniel Brands, pareja atípica que el sábado opositará en el bautizo de los maestros Verdasco y Marrero (13 horas). El domingo, López-Kohlschreiber y Bautista-Mayer.

La primera ronda se celebra en el Fraport Arena, un alejado pabellón en el que entran unas 5.000 personas y en donde la bola va muy rápida. «Tampoco es una exageración», explica Albert Costa, director deportivo de la RFET. «No hay que decir mucho más. Es un poco más rápida de lo que nos encontramos en el circuito, pero hemos trabajado ya varios días, así que pocas excusas», sentencia López. España está preparada y le encanta trasladar el favoritismo a una Alemania formada por cuatro hombres de claro corte individual.

No hay tiempo para pensar en los ausentes, de nada sirve acordarse de ellos, repite Moyá. Se daba por hecho que siendo él el capitán, Nadal acudiría a la llamada de la Davis, pero manda el calendario y sólo ha estado en una de las últimas siete citas. «Lo mejor que tiene España es que hay un abanico de opciones interminable, es brutal. Hay excelentes jugadores y muchas posibilidades. Sin ir más lejos, este es un claro equipo para pista rápida cuando por norma siempre hemos sido más de tierra.»

Con 14 tenistas entre los 100 primeros, Moyá tiene mucho en dónde escoger. Incluso de formar un equipo totalmente distinto como lo es éste. Es la otra España, que afronta un reto mayor contra la incómoda Alemania..